River lo dejó en banda a Boca

El fútbol de verano se terminó de calentar anoche en Mar del Plata con el primer Boca-River del año, un anticipo del superclásico que jugarán el 14 de marzo en Córdoba por la Supercopa Argentina y el punto final a la grilla de partidos de un apretado calendario con ejes en Salta, Mendoza y Santa Fe.

Con el reinicio de la competencia oficial a la vista, Guillermo Barros Schelotto y Marcelo Gallardo no arriesgaron más de lo debido, razón por la cual el Mellizo diagramó un equipo “mixto”, lo que significa una mezcla de titulares y suplentes, y el Muñeco dejó al margen a Lucas Pratto y Franco Armani, los refuerzos con que sacudió el mercado de los pases.

Sin los colombianos Edwin Cardona y Wilmar Barrios, quienes le dieron a la previa una semana tormentosa por un escándalo extra futbolístico, ni Pablo Pérez, lesionado, Boca se propuso avanzar sobre el esquema de juego sobre el que tratará de avanzar: 4-3-3, con Carlos Tevez como delantero central.

En cancha estuvo Cristian Pavón, y ni bien llegó al estadio José María Minella dejó picando la posibilidad de una salida del club. “Después de este partido me sentaré a hablar con mi representante, con mi familia y veré que es lo que pasa”, dijo. De inmediato su declaración fue relacionada con una posible transferencia al Arsenal de Inglaterra, club que estaría dispuesto a pagar los 37 millones de dólares por la cláusula de rescisión para llevárselo.

A partir de este cuadro de situación se cruzaron anoche, y repitiendo las buenas intenciones de Independiente contra Racing en el clásico de Avellaneda que el viernes se trasladó a la Feliz, plantearon un juego de ida y vuelta, considerando más el arco de enfrente que el propio. Esto quedó exhibido en el primer minuto, con una llegada a fondo de Boca y una respuesta, también profunda, de River.

Disponiendo de un volumen de juego superior, el conjunto Xeneize manejó la pelota en mayor proporción, aunque exponiéndose a las salidas rápidas de los Millonarios, que agilizó desde la zurda de Gonzalo Martínez y la velocidad de Ignacio Scocco para escaparle a los marcadores. Igual, el empate sin goles parecía afirmado a los 40 minutos, cuando el colombiano Rafael Santos Borré arrancó por la izquierda, levantó velocidad, y tras combinar con Scocco se internó en el área para definir con un zurdazo bajo al palo derecho de Agustín Rossi.

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Lindo gol para el primer grito fuerte de los hinchas de River, que en la actual pretemporada habían palpitado a la distancia, porque el plantel se entrenó en los Estados Unidos, sendos triunfos sobre Miami United y un combinado de la Universidad de Florida, por amplio margen, y una derrota a manos de Independiente Santa Fe de Bogotá.

Ni bien comenzó el segundo tiempo, Leonardo Ponzio se hizo patrón de la franja central y Gonzalo Martínez fue el encargado de elaborar jugadas que desembocaron en el arco, primero en oportunidad de un tiro libre, después tras un córner servido desde la derecha y antes de completarse el primer cuarto de hora con una apilada que dejó a Scocco en condiciones favorables.

Las imágenes que le llegaron desde el campo de juego determinaron que Guillermo pegara un “volantazo” en lo que tiene que ver con el esquema inicial, para lo cual mandó a la cancha a Ramón (“Wanchope”) Ábila. Pero no hubo caso, Boca no encarriló su juego, y con la derrota completó un verano sin triunfos, pues cayó derrotado frente a Godoy Cruz en Mendoza y después de un empate en Mar del Plata perdió en los penales contra Aldosivi.