Una nueva muerte vuelve a evidenciar el descontrol en el uso de cuatriciclos

Pese a los miles de cuatriciclos que existen en nuestro país, su uso continúa gozando de la informalidad de un limbo legal. Para saldar esta deuda que tiene ya 22 años, el ministerio de Transporte de la Nación dictó semanas atrás un decreto que los reconoce por primera vez como “vehículo automotor”, lo que supone que deberán atenerse a las normas de tránsito como cualquiera de los demás. Pero lo cierto es que esa norma no ha sido reglamentada y, para que rija en nuestra provincia, el gobierno bonaerense debería adherir a la ley nacional. Mientras tanto el descontrol en que funcionan los cuatriciclos volvió a cobrarse una vida: la de un niño de 7 años.

El incidente, como se informó en su momento, ocurrió el domingo a la tarde en Costa Esmeralda, un balneario ubicado en el sur del Partido de la Costa a unos quince kilómetros de Pinamar. Por causas que no están del todo claras, Franco Catanzaro, un nene de 7 años de Bariloche que se encontraba de vacaciones con su papá, fue embestido en la zona de los médanos por un cuatriciclo Yamaha Raptor 600cc, manejado por un joven 23 años oriundo de Quilmes, que circulaba a gran velocidad.

Si bien el parte policial indica al ser embestido el niño iba a bordo de un cuatriciclo Yamaha de 90cc, el intendente de Pinamar, Martín Yezza, salió ayer decir por medios periodísticos y en su cuenta de Twitter que no había sido así. “Por los detalles que tenemos, el nene estaba jugando en la playa cuando un joven que viajaba en cuatriciclo lo embistió”, dijo el jefe comunal, quien más tarde borró el polémico tweet aunque no se retractó.

También el escenario del accidente fue objeto de discusión. Mientras que el intendente de Pinamar dijo que tuvo lugar en la playa, voceros del Partido de la Costa salieron ayer a confirmar la versión policial según la cual la tragedia ocurrió “en el interior de la cadena de médanos a unos 400 metros del mar”.

Lo cierto es que los primeros asistir tanto a Franco Catanzaro como a Agustín Ciarini, el joven que lo atropelló, fueron los guardavidas y el personal de seguridad de Costa Esmeralda, el barrio cerrado donde se alojaba el menor junto a su papá. Aunque trasladado de inmediato en una camioneta particular hasta el Hospital de Pinamar, el niño había presentaba heridas de una gravedad tal que le provocaron un paro cardíaco irreversible a poco de llegar.

En UN PREDIO PRIVADO

El más austral del Partido de la Costa, el balneario Costa Esmeralda -donde ocurrió el incidente- se encuentra casi en el límite con el partido de Pinamar, con el que erróneamente se lo suele identificar, acaso por un interés comercial. Cualquiera sea el caso, en esa zona se encuentra prohibida la circulación de cuatriciclos.

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Y es que mientras Pinamar sólo permite el uso de estos vehículos en tres zonas acotadas, “en el Partido de la Costa rige desde 2008 una ordenanza que prohíbe por completo la circulación de cuatriciclos en todo su territorio y de cualquier tipo de vehículo en la zona de la playa”, explicaron ayer voceros de esa Comuna.

Pero el accidente que le costó la vida a Franco Catanzaro no habría ocurrido en un sector público del Partido de la Costa, sino en un predio privado donde la utilización de cuatriciclos -considerados legalmente como vehículos agrícolas- escapa a todo normativa y mecanismo de control.

“El lugar donde ocurrió el accidente es privado, por lo cual la Policía “no puede hacer controles”, aclararon desde el Ministerio de Seguridad. Y lo mismo dijeron ayer voceros del Municipio de la Costa, “Hacemos operativos constantes en cinco puntos de los 96 kilómetros que tenemos de playa y se incautan decenas de vehículos, pero esto ocurrió en una zona de médanos vírgenes de difícil acceso que además pertenece a un particular”.

“Si bien e predio donde tuvo lugar el accidente es privado, los dos vehículos llegaron hasta ahí cometiendo una irregularidad, ya que la única forma de entrar es a través de la playa, cosa que esta prohibida en nuestro municipio, y hasta donde sabemos accedieron desde Costa Esperanza sin la autorización del dueño del lugar”, explicó ayer Augusto Giachetti, director municipal de Defensa Civil.

LIBERADO

Luego de haber sido atendido por lesiones costales en el Hospital de Pinamar, Agustín Ciari, el joven quilmeño que atropelló a Franco Catanzaro, fue imputado por “homicidio culposo” y dejado en libertad ayer a la mañana tras completar trámites procesales ante el fiscal Martín Prieto de Mar del Tuyú.

Ambos vehículos quedaron secuestrados y serán sometidos a peritajes para determinar cómo se produjo el accidente, sobre el cual todavía quedan algunas dudas.