Doble crimen en el Savoia: uno de los acusados dijo que no participó de la pelea

El joven de 28 años que fue detenido por su presunta participación en el doble crimen del barrio Savoia, en City Bell, accedió a declarar ayer ante el fiscal de la causa para desligarse del caso.

Se trata de Roberto Nicolás Basualdo (28), quien quedó formalmente detenido por el “homicidio agravado” de Maximiliano Mengarelli (24), ocurrido el sábado a la mañana después de una fiesta en una casa de 7 entre 475 y 476. En ese incidente fue asesinado también Rubén Octavo, de 22, hecho por el que fue imputada una chica identificada como Laura Sosa, de 21 años.

Ella fue indagada el domingo, pero se negó a declarar y el fiscal Marcelo Romero dispuso que fuera alojada en la comisaría de la Mujer, ya que está embarazada de dos meses y es mamá de un bebé lactante, informaron fuentes judiciales.

La estrategia defensista de Basualdo fue otra. Asesorado por un abogado particular, accedió a declarar ante Romero para negar su participación en el hecho.

Por lo que se sabe hasta ahora, ninguna de las dos víctimas participó de la fiesta

“Reconoció que estuvo en la fiesta y que le rompieron el auto”, dijo un vocero judicial, pero “aclaró que no participó de la pelea” que terminó con los dos vecinos del barrio Savoia asesinados a cuchilladas por la espalda.

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Los investigadores dijeron a este diario que complican a ambos sospechosos “las declaraciones de testigos”, además de “prendas y elementos secuestrados en los allanamientos a sus domicilios”.

Como ya se informó, Sosa vive en la misma casa donde se hizo la fiesta, en tanto que Basualdo es de la zona de 120 y 521, en Tolosa.

El doble crimen sucedió a las 6 de la mañana del sábado, cuando, dicen los voceros, “algunos jóvenes de otro grupo del barrio Savoia” se acercaron a la casa donde había una fiesta organizada por los dueños.

Por lo que cuentan los testigos, la intención de los recién llegados “no era entrar”, sino, aparentemente, “generar alguna pelea”, que tuvo como detonante la rotura de los vidrios de por lo menos uno de los autos que estaban estacionados en la calle. El Fiat Uno celeste de Basualdo resultó dañado, según los informantes.

Los de adentro salieron enfurecidos y en segundos estalló el descontrol, con cruce de piedras, golpes y botellazos. Mientras, los vecinos ajenos a los disturbios llamaban al 911. “Eran más de 20 personas divididos en dos grupos”, contó un vocero”.

En medio de la tensión, un grupo de jóvenes se acercó a unos policías para pedirles que trasladaran en un patrullero a un amigo que estaba gravemente herido, inconsciente y perdiendo mucha sangre. Era Mengarelli, quien ingresó en el San Roque con “una herida de arma blanca en región lumbar, en paro cardiorespiratorio y no respondió a las maniobras de reanimación”, dijeron voceros del caso.

Minutos después llegó a ese hospital un auto particular que trasladaba a otro herido del mismo incidente, con una puñalada en la espalda que le perforó el pulmón.

Lo identificaron como Octavo, quien fue estabilizado y llevado al quirófano, pero murió durante la intervención.