Definen en La Haya con un fallo histórico el diferendo marítimo entre Bolivia y Chile
Edición Impresa | 1 de Octubre de 2018 | 02:16

La Haya
Entre señales de optimismo y prudencia, las delegaciones diplomáticas de Bolivia y Chile, alojadas en dos hoteles de la ciudad holandesa de La Haya cercanos al Palacio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), se concentraron ayer a la espera del fallo de hoy.
En una decisión histórica, la CIJ dará a conocer si obliga a Chile a negociar un acuerdo con Bolivia que, eventualmente, le otorgue al segundo un acceso soberano al océano Pacífico, el cual perdió hace 139 años tras la Guerra del Pacífico.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó su seguridad de que “habrá buenas noticias para todos los bolivianos”, en un video subido a Twitter horas antes de llegar al aeropuerto de Rotterdam, a pocos kilómetros de La Haya.
En términos parecidos se expresó el embajador de Bolivia ante la Organización de Estados Americanos (OEA), José Alberto Gonzáles, que explicó que su delegación tiene “mucho optimismo” y que van “a respetar el fallo” sea cual sea el resultado.
“Tenemos la certeza de que, cuando se conozca el contenido, haremos todos los esfuerzos para que el fallo se ejecute”, dijo Gonzales ante los periodistas concentrados en el hotel de la delegación boliviana. El embajador añadió que encaran la jornada de hoy de forma “paciente y serena” y negó que exista una sensación de “triunfalismo” en su comitiva.
La delegación boliviana estará encabezada por el presidente Morales, el canciller Diego Pary, el ministro de Justicia Héctor Arce, y la ministra de Comunicación Gisela López.
El canciller de Chile, Roberto Ampuero, no estará presente en La Haya a pesar de que hace unos días estaba previsto que acudiera.
El agente de Chile ante la CIJ, Claudio Grossman, restó importancia a su ausencia y recordó que, en la lectura de un fallo anterior de la CIJ en 2014, por un caso entre Chile y Perú, tampoco acudió ningún ministro del Gobierno. “Lo extraordinario es que venga alguien que no sea el agente”, indicó ante las preguntas de los periodistas que lo esperaban en el hotel de la delegación chilena.
Grossman aseguró que está “muy tranquilo” porque el Tratado de 1904, que se firmó tras la Guerra del Pacífico y fijó las fronteras entre ambos países, “estableció el dominio a perpetuidad de los territorios disputados”.
“Nosotros ya hemos planteado que, desde el punto de vista del derecho internacional, no hay obligación de resultado y esperamos la aplicación del derecho internacional por (parte de) la CIJ”, añadió. La “obligación de resultado” mencionada por Grossman se refiere a que la CIJ ya estableció en 2015 que, en caso de que obligase a Chile a entablar conversaciones con Bolivia, el tribunal no determinaría el resultado de las negociaciones.
El embajador de Chile en EE UU, Alfonso Silva Navarro, y la embajadora en Holanda, María Teresa Infante, acompañarán a Grossman como coagentes.
La decisión de la CIJ pondrá un punto y aparte en la relación entre ambos países, cuyas diferencias en La Haya han marcado las relaciones bilaterales de los últimos años.
Bolivia asegura que la pérdida de 400 km de costa y 120.000 km2 de territorio, a finales del siglo XIX tras la guerra del Pacífico, le ha supuesto un obstáculo para su desarrollo económico.
La Paz basa parte de sus argumentos jurídicos en que Santiago ha accedido a discutir el tema marítimo en varias ocasiones a lo largo de los últimos cien años.
Esos diálogos, aunque infructuosos, le habrían ocasionado a Chile una obligación de seguir negociando, según Bolivia.
Chile por su parte argumenta que el Tratado de 1904 ya fijó las fronteras entre los dos Estados y que los reclamos bolivianos de acceso soberano al mar supondrían, en la práctica, una sesión de territorio, opción que no estaría sobre la mesa.
LLAMADO DE LA IGLESIA CATÓLICA
En este marco, obispos católicos de Bolivia y Chile han llamado a acatar “con fe, paz y sensatez” la sentencia de hoy. “Invitamos a los católicos y a las personas de buena voluntad de nuestros dos países a acatar la sentencia con espíritu constructivo y fraterno y, más allá de lo que el Tribunal decida, ejercer como instrumentos de integración, justicia y unidad de nuestros pueblos”, dice un comunicado conjunto emitido por las conferencias episcopales de los dos países.
“La realidad de la unidad, que se muestra en los deseos e intentos de integración, no siempre coronados por el éxito, nos hace constatar la falta de concordia por contradicciones y brechas de desigualdades”, pero somos “pueblos con vocación de paz”, agrega el documento. (EFE, AP y AFP)
Bolivia asegura que perder la salida al mar fue un obstáculo para su desarrollo económico
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