Escándalo en la NBA, que terminó en una pelea descomunal

Todos los focos estaban enfocados en LeBron James y su debut oficial en el Staples Center de Los Angeles como jugador de los Lakers, pero la tensa discusión, y posterior pelea, del último cuarto se llevó todo el protagonismo del partido que que quedó en manos de Houston Rockets 124 a 115.

El vergonzoso episodio ocurrió en el último cuarto del partido. A poco más de 4 minutos para el final, James Harden encaró hacia el aro y Brandon Ingram lo cortó con una falta técnica que el árbitro sancionó de inmediato.

La decisión molestó al jugador de los Lakers que perdió la paciencia y empujó a “La Barba” Harden.

Fue a partir de ese momento cuando la situación se descontroló; mientras Lance Stephenson separaba del tumulto a su compañero, Chris Paul y Rajon Rondo se pusieron a discutir en otra zona.

En la repetición de la discusión, por medio de las imágenes de la televisión y a través de videos suvbidos s la redes sociales, se pudo ver al jugador de los Rockets metiéndole un dedo en el ojo, el de los Lakers, quien no dudó en usar sus puños. Allí apareció Ingram nuevamente para repartir golpes, junto a otros involucrados.

La tensión en el Staples Center duró cerca de 10 minutos. El árbitro decidió expulsar a Rajon Rondo y Chris Paul, además de cobrar una segunda falta técnica a Brandon Ingram, lo que derivó en una nueva expulsión.

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En la conferencia de prensa, tras el partido. Luke Walton, entrenador de los Lakers, reconoció que un empleado de los Rockets que estaba en la cancha “agarró a Ingram y lo empujó”. “No toques a mis jugadores, seguro que nosotros podremos encontrar a gente en Los Angeles que quiera hacer lo mismo con ustedes”, expresó que le advirtió.

En tanto, Lebron James afirmó que “fue un partido muy parejo que se decidió al final por algunos detalles. No estoy para nada decepcionado con el inicio, sabíamos que iba a ser complicado”, minifestó la gran estrela que contrató el equipo angelino para la presente temporada de la NBA.

Por si fuera poco, a todo esto se sumó la presencia de Anthony Kiedis, integrante del grupo Red Hot Chili Peppers, en el Staples Center. El cantante estadounidense es un reconocido seguidor de los Lakers, y durante el partido insultó a Chris Paul. Esto provocó que tuviera que ser expulsado del gimnasio por los miembros de seguridad.

Finalmente, fue James Harden quien, con 37 puntos, se adjudicó el trono al “rey” y llevó a su equipo a la victoria por 115-124. James, más preocupado de generar que de aglutinar juego, concluyó con 24 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias, en un duelo con aroma a “playoffs”.