Un adolescente de 15 años, en estado reservado tras recibir un tiro en la cabeza en su casa

El episodio ocurrió en una vivienda de 526, entre 12 y 13. El padre dijo que solo escuchó un tiro. Sospechan que hubo otras personas

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De madrugada, un estruendo. La vida de un adolescente de 15 años se sostiene desde entonces, de un hilo de esperanza mientras se investiga si alguien quiso matarlo.

Según informó la Policía, alrededor de las 5.30 de ayer, el chico cayó desplomado por un tiro en la cabeza mientras estaba en su casa, situada en 526 entre 12 y 13, Tolosa. Tras el auxilio activado por el padre, fue traslado en estado desesperante al Hospital de Gonnet, donde fue intervenido por el equipo de neurocirugía y al cierre de esta edición seguía muy grave, en estado reservado.

Cuando los policías llegaron a la vivienda de dos plantas, los recibió un hombre, quien se presentó como padre del joven herido. Según señaló una fuente de la investigación, el familiar dijo que desconocía si en casa había alguien más. Relató que mientras se encontraba a varios metros de distancia de su hijo “escuchó un estruendo”.

Al bajar desde el primer piso a la planta baja encontró al chico herido, en soledad.

El misterio dominaba la escena, con un herido de gravedad pelando por la vida en el quirófano de un hospital y su padre en las primeras palabras ante los policías y -luego- el fiscal Marcelo Romero (UFI Nº 6), a cargo de la investigación.

La investigación inicial que recayó en la comisaría sexta, en función de la gravedad de las presunciones, pasó a la Dirección de Investigación de La Plata, cuyos pesquisas comenzaron a profundizar desde la mañana, sobre algunos datos dedicados a conformar un escenario del que pudiera emerger una explicación para el episodio.

La fuente consultada indicó que se trabaja en la definición de un informe en el que, en principio, padre e hijo habitan una casa en situación de usurpación.

“La casa está tomada y esta gente tiene un relación muy tirante con el vecindario”, indicó el pesquisa que habló con este diario.

Acerca de las circunstancias previas al estruendo que lo sobresaltó, el padre del joven habría aportado poco. “Si bien no está comprobado con estudios, se puede decir que el hombre presentaba un estado de confusión típico del consumo bebidas o alguna sustancia estupefaciente”, indicó.

En el sector de la vivienda en el que se centra la investigación también había rastros de consumo de alcohol y droga. Hubo un herido, pero no se halló un arma ni casquillos o balas Los policías se encontraron con un salón con una mesa, algunas sillas, un equipo de música, una motocicleta de baja cilindrada y una butaca de auto para bebé. No hay indicios de que allí viva un nene.

“Por los datos que manejamos, el chico podría estar involucrado en algunas cuestiones delictivas”, deslizó uno de los policías del caso.

Una imagen en la cámara

Con el correr de la jornada, los investigadores obtuvieron otro dato que podría empezar a abrir el camino de las certezas con respecto a la dinámica del episodio: una cámara del sistema de monitoreo público de la Municipalidad habría tomado una imagen que permitiría deducir que el herido no estuvo solo antenoche.

Puntualmente, la secuencia mostraría a dos personas saliendo de la vivienda dentro de la banda horaria en que se considera que el adolescente recibió un tiro en el cráneo.

 

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