“Bohemian Rhapsody”: el héroe que invitaba a celebrar la vida
Edición Impresa | 28 de Octubre de 2018 | 03:37

Excéntrico, original, refinado y auténtico, con el aspecto resultante de mezclar un dandi con una estrella de Broadway y un bailarín de ballet: así era Freddie Mercury, el mítico líder de Queen, dueño de una vida de leyenda, de pasión, genio y contrastes que encarnará en cines Rami Malek.
El joven actor de “Mr. Robot” consiguió el rol de una carrera para resucitar al legendario Freddie en “Bohemian Rhapsody”, biopic sobre el líder de la icónica banda Queen que se estrena el jueves.
“Lo más importante para mí fue reconocer su atrevimiento, su audacia en el escenario, pero también su vulnerabilidad”, dice Malek. “Me atrapó su sentido de la travesura. Era como un niño, siempre con una especie de sonrisa maliciosa. Su modo de tomarse todo con cierta filosofía”, agrega, y destaca por encima de todo las “ganas de diversión” del artista.
La cinta, especie de biografía “autorizada” que ya recibió críticas por ser demasiado adocenada, cuenta con el inglés Gwilym Lee en el papel del lírico guitarrista Brian May, y la dirección de Dexter Fletcher, que reemplazó a Brian Singer en el rol luego de que el cineasta fuera denunciado por acosos.
La película comienza con el nacimiento de la banda en 1970 y la transformación del adolescente Farrokh Bulsara en el que sería ídolo de masas e icono gay mundial Freddie Mercury, y llega hasta el mítico concierto Live Aid de 1985.
Tal vez por eso, ese aspecto de la cinta ha obtenido reparos de parte de quienes la vieron antes del estreno, ya que enfoca la vida sexual del artista a su relación con Mary Austin, su novia de la infancia y heredera tras su muerte, para disgusto de los protagonistas.
“Sabíamos, y lo pensamos de manera colectiva, que había que reflejar aspectos difíciles de su vida, los retos, las dudas y también los éxitos. Pero tras conocer a Freddie con todas las investigaciones que hice -apunta Malek- creo que hablamos de un hombre muy perfeccionista que quería celebrar la alegría de la vida; divertirse, ante todo y sobre todo”.
“Creo que él hubiera querido una celebración de su vida, eso es lo que hace valiosa e importante esta película”, señala Malek. Lee añade que Mercury “no quería que nadie le definiera su sexualidad, ni ser el chico del póster del sida. Está claro que formaba parte de su vida, pero es algo mucho más complejo que eso”.
Una independencia que, subraya Gwilym Lee, aderezó siempre con orgullo, alegría e irreverencia. “Animó a que todo el mundo disfrutara la vida, celebrara la vida. Siempre había mucha alegría e irreverencia en todo lo que hacía y ese es también un punto muy importante de su mensaje”.
“Bohemian Rhapsody”, dicen ambos, es en ese snetido mucho más que un repaso a la trayectoria artística de unos de los grupos más icónicos de las últimas décadas. Es una película que también habla de la libertad, de romper moldes y de contar con la valentía para mostrarse al mundo tal y como uno es en realidad.
“Para mí Freddy Mercury fue como un héroe revolucionario. Hizo cosas que no se habían hecho nunca en el ámbito de la música y también fuera”, afirma Malek que destaca fue el artista fue alguien que “vivió la vida a su manera”, sin esconderse y sin dejar que fueran otros los que le marcaran el paso. “Fue uno de los primeros en decir: ‘No voy a dejar que me encasillen y voy a hacer las cosas a mi manera’. Y lo hizo hasta sus últimas consecuencias”.
TRANSFORMACIONES
La cinta repasa los principales éxitos del grupo -con la ayuda en la producción de dos de los integrantes de Queen-, desde “Somebody to Love” o “Don’t Stop Me Now”, pasando por “Crazy Little Thing Called Love”, o “We Are the Champions” y desvela cómo fue la creación de “Bohemian Rhapsody”, el revolucionario tema que cambió sus vidas y la historia del rock.
Y Malek se mimetiza con Mercury con ayuda de unos dientes postizos, pero sostiene los primeros planos desde sus ojos azules. “Era inevitable lo de los dientes porque hay una vulnerabilidad asociada a esos dientes grandes; de hecho se reían de él cuando era niño por eso y era algo que necesitaba capturar. Pero mis ojos eran ventanas, con lentillas -explica- perdía la conexión, no solo con los otros actores, sino con la audiencia, así que preferí no cambiar mis ojos”.
Me atrapó su sentido de la travesura. Era como un niño, siempre con una especie de sonrisa maliciosa. Su modo de tomarse todo con cierta filosofía”
Rami Malek, actor
“Nunca me miré al espejo y llegué a decir que era Freddy Mercury. Solo hay un Freddy Mercury”, dice de todos modos el actor estadounidense de padres egipcios que confiesa que en un primer momento sí sintió la presión y llegó a estar “muy preocupado” ante el “desafío increíble” que suponía encarnar a Mercury.
“Pero entonces me dije: ‘Ve a Londres, toma clases de piano, clases de canto, comienza a trabajar en la coreografía, en sus gestos, en su forma de hablar...’”, recuerda Malek que también subraya que, más allá de la llamativa prótesis dental que luce durante todo el filme, esa “transformación” es fruto también del “increíble” trabajo de los responsables de peluquería y maquillaje y también de un muy cuidado vestuario.
Y la de Malek es apenas una de las transformaciones: además de una impecable banda sonora, que cuenta con sonido real del reparto, la película destaca por las concienzudas caracterizaciones de los actores, además de Malek y Lee, del resto del grupo: Joseph Mazzello como el bajista John Deacon y Ben Hardy en el papel del batería Roger Taylor.
Lee explica que, para interpretar a May, empezó por “la apariencia, la voz, sus gestos; estudié muchísimas entrevistas, vi muchos conciertos y analicé puntos externos de sus movimientos. Eso me llevó al interior, a ver su comportamiento en el escenario ante miles de personas. Eso me llevó a entender la parte íntima”, señala.
“La secuencia en la que tocamos ‘Another one bites the dust’ -ya éramos bastante buenos con los instrumentos a esas alturas-, no teníamos la base grabada como en las anteriores canciones: ahí supimos que realmente lo teníamos, éramos un grupo”, recuerda Lee.
“Nos sentimos muy bien tocando esa música de verdad, en esa escena. Nos sentimos parte de la historia, estábamos creando la canción al mismo tiempo que avanzábamos y eso fue algo que ocurrió de verdad”, enfatiza Lee.
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