El legado Sefardí en España a través de la “Red de Juderías”

En las últimas dos décadas, una veintena de municipios de España se han dedicado a promover proyectos culturales, académicos y turísticos sobre el legado y patrimonio judío en la Península Ibérica, una historia que quedó oculta por al menos cinco siglos y que hoy se traduce en un circuito que integra la “Red de Juderías de España - Caminos de Sefarad”.

“Es una de las mejores formas de viajar por España, un país que es mucho más que las dos grandes ciudades, Madrid y Barcelona, que visitan el 95% de los argentinos que llegan a la península”, dijo el consejero de Turismo de la Embajada de España en Argentina, Javier Arroyo Navarro. “Una forma de diversificar ese turismo es este tipo de rutas que permiten conocer ciudades grandes y pequeñas, y promover lo mejor de los viajes, el descubrir”, agregó durante la presentación de esta red conformada por una veintena de ciudades. Los municipios en cuestión son: Ávila, Barcelona, Cáceres, Calahorra, Córdoba, Estella-Lizarra, Hervás, Jaén, León, Lucena, Monforte de Lemos, Oviedo, Palma de Mallorca, Plasencia, Ribadavia, Segovia, Tarazona, Toledo y Tudela.

“Mis jefes son 20 alcaldes de ciudades”, comentó con humor Marta Puig Quixal, directora Gerente de la Red de Juderías. La Red reúne una variada gama de pueblos y ciudades con distintas personalidades y un objetivo común: fomentar la sensibilidad hacia el patrimonio judío de España. “Nuestro pueblo no olvida su pasado, ni tampoco a todas aquellas personas que han contribuido a la belleza de nuestras ciudades tal y como son hoy en día. Por eso ha sido una prioridad para los ayuntamientos de todas las ciudades proteger, preservar y promover su pasado judío”, destacó. La Red propone rutas e itinerarios con museos, exposiciones, excavaciones arqueológicas, sinagogas históricas, mikwes o baños rituales, cementerios, centros de interpretación de las tres culturas y las bellas juderías medievales en perfecto estado de conservación.

“Visitar España desde la perspectiva judía es de una riqueza absoluta, que además descubre una de las etapas más escondidas de nuestro país”, agregó. Puig reconoce dos tipos de turistas que recorren algunos de los itinerarios propuestos: “El público familiar de fin de semana, que llega con la sensación de haber aprendido algo más; y el turista internacional, que se puede tomar unas dos semanas para recorrer algunos de los tantos itinerarios. Recomendó entonces que el viaje “dure al menos entre 6 y 7 días”.

Un hilo conductor para realizar los caminos es la gastronomía sefardí, “que se diferencia según cada lugar”. Bajo el lema “Descubre Sefarad”, esta Red de Juderías es una buena ocasión para que, justamente, el turista se convierta en un “descubridor”, y es por ello que, contó Puig Quixal, “hemos creado un pasaporte descubridor -basado en el que se entrega en el Camino de Santiago- que se va sellando en cada destino y que otorga premios a quienes lo vayan completado”.

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