Guillermo Gatti: “Editar requiere dejar de lado el ego para el beneficio de la película”

“El nuestro es un trabajo invisible que idealmente no ha de notarse por los espectadores”: en tiempos donde el lucimiento personal suele primar entre las prioridades, Guille Gatti elige el camino opuesto: el camino del montaje.

Profesional de primera línea en su rubro, Gatti ha trabajado en las dos temporadas de “El marginal”, “Un gallo para Esculapio” e “Historia de un clan”, las tres series más reconocidas del país en los últimos años, y ha ganado tres veces el premio CAPIT a mejor edición en ficción de TV.

Gatti llegará los próximos cuatro sábados para brindar un workshop que se dará en el Centro Cultural Islas Malvinas sobre su pasión: el montaje. “El montaje nació un poco después que el cine y es por definición lo que define el lenguaje en si del cine”, explica en diálogo con EL DIA.

Y dice que, por definición, su trabajo de “dar forma, afianzar la estructura y solucionar problemas del guión y la filmación” debe permanecer en las sombras: “El trabajo de edición requiere saber dejar de lado mucho el ego por el beneficio de la película y quiénes la llevan adelante. Si se hace en busca de reconocimiento mejor pensar en dirigir o actuar: la edición está para el lucimiento del trabajo de los actores y el equipo entero. La mano de la persona que edita no debería notarse a menos que sea la intención de la película. En un largometraje el principal interés de él o la montajista es lograr la mejor película posible, acompañando al director que es quien lleva adelante la película”, dice el editor.

“Siempre vale recordar que el cine no es pintura o novela sino un arte colaborativo donde cada persona cuenta en el resultado final”, agrega de todos modos Gatti, y en ese proceso “el rol de la edición es ser una parte fundamental. Hay recursos varios en internet para poder investigar el montaje”, dice con afán docente: “Uno que recomiendo es el libro “Entre cortes. Conversaciones con montajistas Argentina”, de la Asociación Argentina de Editores Audiovisuales (EDA) se puede conseguir gratis en su versión digital en www.edaeditores.org. Y algunos ejemplos de películas con edición llamativa que se pueden estudiar son ‘Whiplash’, ‘Ciudad de Dios’ o ‘JFK’”.

Además, advierte Gatti, si bien el editor está a las órdenes de la visión del director, “se puede discutir a pleno con el director sobre las decisiones a tomar, que dejar y que sacar, cuestionar porque se filmó algo de que manera. Pero todo puertas adentro, puertas afuera se presenta un frente unido siempre, porque la confianza con el director es fundamental, hay gente que dedica tres años o más de su vida a hacer una película y llegan muy sensibles a editarlas, porque una vez que se filmó sale del terreno de la fantasía, solo queda trabajar con lo que se filmó, no hay más. Por eso creo que nuestro valor más grande es la confianza que nos tienen y el desapasionamiento objetivo que nos ayuda a eliminar escenas, personajes o cambiar cosas de lugar sin tener en cuenta lo difícil o caro que lograrlo, solo pensando en lo mejor para la película”.

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EN LA TEVÉ

Montajista de “Graduados”, el fenómeno televisivo que modificó la tevé hace algunos años, ahora trabaja en “100 días para enamorarse”, bajo el paraguas de Underground, productora de Sebastián Ortega donde es director de edición y bajo la cual trabajó en “El Ángel”, la cinta de Luis Ortega sobre Robledo Puch. Mientras edita el documental para Netflix “LA’s Finest”, Gatti explica que “la televisión es por tradición un medio de productores, no de dirección: salvo casos como el de Luis Ortega o Bruno Stagnaro como ejemplo, que son directores/autores, en la televisión el producto responde a la visión del productor”.

Pero aunque en la tele siempre manda el rating, “en el caso de Underground tenemos la confianza de Sebastián para hacer lo que creemos mejor para el producto, sin mucho lugar para jugar porque se edita un capítulo por día y llegan muy justo de cantidad de material y bien escritos y actuados”, cuenta.

Pero la TV está cambiando: tras décadas donde las tiras diarias fueron reinas, el público le dio la espalda a la mayoría de los productos en favor de series bajo demanda, como las que ven en Netflix, de gran calidad, que se pueden ver según los tiempos de cada uno y son más cortas.

“Las miniseries o unitarios de ocho capítulos empezaron a funcionar hace pocos años acá: cuando hicimos ‘El Marginal’ no había realmente manera de saber lo que iba a pasar y como iba a repercutir. Creo que recién ahora se está pensando en producir ficcion para las plataformas digitales pero con una pata en la tele tradicional, estrenando en distintas plataformas (Netflix, TV Pública, cable). Y no creo sinceramente que vayan a desaparecer las tiras diarias, pero el riesgo existe por lo que creo que defenderlas depende de defender la producción nacional e imitar a países donde se defiende su producción nacional y hacen más tiras diarias que nunca, países como Turquía o Brasil o México”, opina Gatti.

El montajista llegará a la Ciudad para brindar su workshop en el Cine Eco Select del Centro Cultural Islas Malvinas desde este sábado: para ser parte (inscripciones en el Pasaje) no se necesitan conocimientos previos.

Organiza la Dirección de cine de la MLP, dirigida por Gonzalo López y coordina Martín Basterretche, “la idea del workshop que haremos en el cine Select es que durante una serie de encuentros de dos horas podamos hablar de la edición o montaje de manera no académica, basándome en experiencias personales de 20 años trabajando en cine y TV. Haremos un recorrido de distintos trabajos como ‘El Ángel’, ‘El Marginal’ o ‘Historia de un Clan’, viendo ejemplos prácticos de dificultades que aparecieron y como se superaron. Hablaremos también de la relación director/editor y director/productor”, adelanta Gatti.