A Plaza Moreno para practicar una milenaria disciplina china

Cuando Laura Matélica se acercó por primera vez a las artes marciales o a la vertiente china del yoga, lo hizo con la idea de que la ayude a mantener una vida con más calma frente a algunos problemas puntuales, como la fibromialgia que padece. Pero desde el último octubre, esa armonía buscada la obtiene a través de una disciplina espiritual también de origen chino, el Falun Dafa, que combina ejercicios con meditación.

Laura es una de las integrantes del grupo de 35 platenses que, cada domingo a partir de las 16, se concentran en Plaza Moreno para practicar Falun Dafa junto a un coordinador que viene desde Buenos Aires.

“La mayoría de las que participan son mujeres de entre 30 y 65 años. Muchas de ellas tuvieron antes algún acercamiento a alguna otra disciplina oriental, como el yoga, o a algún arte marcial. Y encuentran ahora en el Falun Dafa una herramienta para vivir una vida más equilibrada”, le cuenta a EL DIA Jeremías Arauz (24), un estudiante porteño de Gastronomía Internacional y ayudante de cocina que es, a su vez, el coordinador de los encuentros platenses.

Estos encuentros son gratuitos y se hacen en la plaza, a la altura de 54 y 13.

Estas sesiones no son las primeras en su tipo que se realizan en La Plata. Los primeros encuentros platenses de Falun Dafa se remontan al año 2014 en la Plaza Islas Malvinas, mientras más tarde se organizaron otros, en 2016, en la zona del Bosque, aunque nunca lograron continuidad.

“Recién ahora se van haciendo regulares”, dice Jeremías, que entró en contacto con la disciplina en 2016 en San Miguel de Tucumán, y desde entonces coordina encuentros en La Plata y en Buenos Aires ya que, por razones familiares, está más vinculado a La Plata que otros referentes.

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Lo que tienen en común cada una de las iniciativas para practicar Falun Dafa en La Plata que se desarrollaron en los últimos años, es que se trata de encuentros gratuitos, donde se hacen ejercicios y se medita.

Falun Dafa es definida como “una disciplina milenaria espiritual de la Escuela Buda que enseña los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Además, consta de cinco ejercicios muy fáciles de aprender y para todas las edades. Su enseñanza es libre y gratuita”, según se indica en la página de la Asociación Civil Estudio del Falun Dafa.

También en el marco de estas prácticas se difunde la situación actual de la disciplina en la propia China, donde denuncian una persecución del gobierno de ese país contra quienes lo practican.

Según cuentan sus cultores, Falun Dafa se hizo muy popular en China entre 1992 y 1999 hasta sumar alrededor de 100 millones de practicantes.

Actualmente, Falun Dafa se practica en 120 países, aunque resulta difícil establecer con precisión cuántas personas lo hacen.

“Esto sucede porque, además de los encuentros en lugares públicos, como plazas o parques, muchos aprenden los ejercicios y la meditación a través de videos o después de ir a los encuentros lo hacen solos en sus casas”, dice Jeremías.

Como Laura Matélica, la mayoría de los practicantes platenses de Falun Dafa tomaron contacto con la disciplina en la Feria Internacional del Libro -donde desde principios del siglo XXI cuentan con un stand- o en el barrio chino de Belgrano, en Buenos Aires, donde también se hace una práctica semanal.

Para las prácticas que se hacen en Plaza Moreno, cada uno de los participantes lleva una alfombra para hacer los ejercicios con más comodidad.

“Los encuentros constan de cinco ejercicios, dos de meditación y tres de movimientos (suaves, lentos, redondeados)”, dice Jeremías, quien agrega que “ayudan a mejorar física y mentalmente y permite alcanzar una mayor armonía y autocontrol”.

Según indican sus cultores, las enseñanzas y ejercicios de qigong (Chi Kung) sirven para refinar cuerpo, mente y espíritu.

“Cultivar (xiu) consiste en el mejoramiento y elevación personal de acuerdo con enseñanzas basadas en los valores universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, indican.

Y agregan que “Refinar (lian) se refiere a la práctica de un juego de ejercicios suaves de qigong (Chi Kung) y meditación”, a los que consideran “fáciles de aprender”.

Para Laura Matélica, la disciplina es una herramienta a través de la cual puede acceder a “una profunda calma, una forma de vivir una vida tranquila”.

Lo practica desde octubre y dice que ya le permite “vivir con un menor grado de estrés”.