¿Dónde queda mejor el lavarropas?

Las casas y departamentos más modernos suelen tener poco lugar para la zona de lavado y secado de la ropa. Cuáles son las opciones que hay para organizar este sector

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Las viviendas de hoy en día son cada vez más pequeñas, por lo que buscar un espacio para la zona de lavado y secado de la ropa es complicado. Así que hay que poner un poco de imaginación e ingenio al asunto.

Si afortunadamente se tiene un espacio (por pequeño que sea) para colocar una zona de lavado y secado, lo mejor es organizarla de tal forma que se pueda aprovecharla al máximo. Por supuesto, el lavadero debe contar con una toma de agua y desagüe. Como en cualquier habitación donde haya un grado alto de humedad, las paredes deben estar preparadas para ello, ya sea bien mediante alicatado cerámico o con pintura plástica.

Si se disponen de metros suficientes, se pueden instalar los elementos necesarios: lavarropas, secarropas, cesto de ropa, colgadores y tabla de planchar; no vendrá mal tampoco un armario para guardar los utensilios y productos de limpieza.

Si no se dispone de este ambiente en el hogar ni de un lavadero exterior, una buena ubicación donde integrar la zona de lavado es la cocina.

Si no se pueden colocar dos grandes electrodomésticos como el lavarropas y el secarropas, una solución práctica es apilarlos en columna. Si esta opción no es factible, existen los lava-secarropa que realizan ambas funciones.

Si se cubre esta zona con los mismos frentes que el resto del mobiliario de cocina, se logrará que pasen inadvertidos y se fusionen decorativamente en el ambiente.

Aprovechar el espacio vertical y colocar unos estantes o módulos que sirvan de zona de almacenaje y colada es lo ideal. Es aconsejable tener la ropa sucia en otro ambiente (por ejemplo: el baño) y utilizar una cesta, contenedor metálico o tela que tengan orificios para favorecer la ventilación.

En el baño

Si el baño es amplio, colocar la zona de lavado y secado allí es una buena opción, ya que forma parte del proceso de higiene y limpieza. Poner debajo de la bacha de baño o al lado del lavarropas para que no ocupe mucho espacio visualmente y se integre mejor.

Otra opción es introducir el espacio de lavado dentro de una armario creado expresamente para ello y donde estén diferenciadas las distintas zonas en estantes, cesto de la ropa y productos de limpieza. O bien colocar dicha zona en los huecos libres que dejan la ducha o la bañera y poner unos estantes que sirvan de zona de almacenaje.

En un armario

Si no se puede integrar la zona de lavado ni en la cocina ni el baño, hay que buscar sitios alternativos como, aprovechar algún armario lo suficientemente amplio para colocar el lavarropas, sobre él un cesto con la ropa limpia para planchar, estantes para detergentes y suavizantes y la tabla de planchar en un lateral. Este armario puede estar en un distribuidor, por ejemplo; eso sí, necesitará un toma corriente y salida de agua como instalación básica. Hacerlo a medida sería lo ideal.

Y si la casa es tan mini que no hay ni espacio para un lavarropas, se puede seguir la moda americana de las lavanderías de autoservicio. Algunos estudios aseguran que lavar la ropa en ellas supone un ahorro económico de un 20% al año y un ahorro importante de tiempo ya que la media de un lavado es de 45 minutos, bastante menos que el lavado normal en casa.

Opciones
Si no se tiene lavadero, hay tres posibles localizaciones para el lavarropas: en la cocina, en el baño o dentro de un armario.
Lo ideal
Tener una lava-secarropas reduce las dos funciones en una sola máquina, que permitirá secar toallas y sábanas, y así no necesitar sitio donde tenderlas.

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