El recuerdo a los desaparecidos y a las víctimas de la represión

Los asesinatos, desapariciones forzadas y enfrentamientos armados que asolaron al país durante la última dictadura militar, tuvieron un fatídico y lúgubre epicentro en nuestra ciudad. Fue una época que desangró a la ciudad y algunas de sus víctimas, con el tiempo y el regreso de la nación a la democracia, han sido homenajeadas designándose con sus nombres a determinados tramos de distintas arterias de la ciudad, recordando los lugares donde vivieron o, por caso, los gremios o entidades en las que desarrollaron actividades.

La mayoría de esos luctuosos hechos ocurrió en torno a la vida universitaria, pero también se plasmaron en el campo político, en el sindical, en el de trabajadores con militancia social y entre familiares que buscaban a sus hijos desaparecidos o reclamaban explicaciones por sus asesinatos, como por ejemplo, el caso del Dr. Antonio Bautista Bettini Spíndola, secuestrado y desaparecido en la noche del 18 de marzo de 1977 cuando iba a reunirse con policías tratando de averiguar datos sobre el asesinato de su hijo Marcelo (ver nota de calle 50).

LA NOCHE DE LOS LÁPICES

El 16 de septiembre de 1976 se produjo en nuestra ciudad uno de los más trágicos y resonantes capítulos de la violencia de la dictadura al ser secuestrados, en distintos operativos militares y parapoliciales nocturnos, varios estudiantes secundarios que a través de distintas organizaciones de alumnos venían reclamando la aprobación del denominado “boleto estudiantil”.

Sobre esos secuestros y desapariciones Héctor Olivera dirigió en 1986 la película “La Noche de los Lápices”, rodado casi íntegramente en La Plata con muchas escenas filmadas en los sitios en los que se desarrollaron los hechos.

Seis de esos adolescentes desaparecieron. Por eso, el 3 de septiembre de 2003 el Concejo Deliberante aprobó la Ordenanza 9.610 declarando el 16 de septiembre de cada año como “Día Estudiantil por la Memoria, la Solidaridad y la Lucha” en “homenaje al ejemplo de compromiso y entrega de los jóvenes desaparecidos en la denominada Noche de los Lápices”.

En la misma norma de dispuso “recomendar a las Instituciones educativas de la Ciudad y a la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, que en dicha fecha se promuevan Jornadas de Debate, Reflexión y de Ejercicio de la Memoria, tendientes al rescate histórico de la participación del movimiento estudiantil las luchas populares pasadas y actuales, a la discusión sobre la participación en la creación de un proyecto social y político basado en el pleno respeto y vigencia efectiva de los Derechos Humanos”.

LE PUEDE INTERESAR

Carlos Gardel y Gabino Ezeiza todavía cantan bajo los tilos

LE PUEDE INTERESAR

Listado de calles y sus nombres

Seguidamente se dispuso designar, con los nombres de los estudiantes desaparecidos en aquella jornada, a los tramos de las distintas calles correspondientes a los domicilios en los que residían en 1976. El detalle es el siguiente: calle 8 frente al Nº 1334, entre 59 y 60, María Claudia Falcone; calle 17 frente al N° 2123, entre 75 y 76, Francisco López Muntaner; Diagonal 73 frente al Nº 2539, entre Plaza Azcuénaga y 20, Claudio De Acha; 116 frente al Nº 542, entre 42 y 43, Horacio Ariel Ungaro; 13 frente al Nº 304, entre 38 y 39, Daniel Alberto Racero (ver nota de calle 13); calle 61 de 7 a 8, María Clara Ciocchini.

CASA MARIANI-TERUGGI

El 10 de agosto de 2011 se aprobó la Ordenanza 10.833 por la que se designa con el nombre de Mariani-Teruggi a la calle 30 entre 55 y 56 de la localidad de La Plata, para recordar otro luctuoso hecho protagonizado por efectivos militares de la última dictadura en ese lugar.

En la calle 30 N° 1134 (entre 55 y 56) vivieron Daniel Mariani, Diana Teruggi y la hija de ambos, Clara Anahí Mariani, quien al momento de producirse el ataque militar, el 24 de noviembre de 1976, contaba con tres meses de edad.

En la casa y en forma oculta funcionaba una imprenta en la que se imprimía la revista “Evita montonera”; en aquella jornada en el lugar se encontraban Diana, su hija y los compañeros de militancia política Daniel Mendiburu Eliçabe, Roberto César Porfidio, Juan Carlos Peiris y Alberto Oscar Bossio, mientras que Daniel Mariani ese día se encontraba trabajando en la ciudad de Buenos Aires.

Poco después de las 13 la casa fue atacada, según coincidente testimonios, por cerca de un centenar de efectivos militares y de policías; el fuego fue replicado desde el interior de la vivienda. El enfrentamiento duró más de tres horas y terminó con la muerte de todos los mayores, mientras que la beba fue secuestrada sana y salva.

Daniel Mariani fue asesinado el 1º de agosto del año siguiente por fuerzas de seguridad en 132 y 35 mientras colaboraba en la mudanza de Laura Carlotto, hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo.

La Casa Marini-Teruggi se mantiene en el estado en que quedó tras el enfrentamiento, puede ser visitada por el público y ha sido declarada de Interés Municipal por el decreto Nº 194 del 22 de diciembre de 1998; Patrimonio Cultural de la provincia de Buenos Aires, por el Senado bonaerense (Ley Nº 12.809); de Interés Nacional por la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación; y Monumento Histórico Nacional, por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

ESTUDIANTES DESAPARECIDOS

El 4 de junio de 2008 el Concejo Deliberante aprobó la Ordenanza 10.387 cuyo artículo primero señala textualmente: “Desígnase la calle 45 entre 1 y 2 de nuestra ciudad como calle `En Memoria de los Estudiantes Desaparecidos´”.

“En el frente de la vivienda ubicada en 45 Nº 312 entre 1 y 2 se descubrirá una plaqueta de bronce con el siguiente texto: En este lugar vivieron muchos jóvenes estudiantes que fueron muertos, asesinados o desaparecidos por defender sus convicciones e ideales por un país más justo”, expresa la norma en su segundo artículo.

ACHEM Y MIGUEL

Mediante la Ordenanza 9.794 del 13 de octubre de 2004 se designó con los nombres de Rodolfo Achem y Carlos Miguel al tramo de la calle 48 de 6 a 7, en homenaje a ambos militantes políticos y funcionarios de la UNLP secuestrados y asesinados el 8 de octubre de 1974.

Rodolfo Francisco Achem, conocido como el “Turco” tenía 34 años, estudiaba abogacía, militaba en la Juventud Peronista y se desempeñaba como Secretario de Supervisación Administrativa de la UNLP.

Carlos Miguel, apodado el “Gordo” era veterinario y director del Departamento Central de Planificación de la UNLP y tenía 30 años.

El 8 de octubre Achem y Miguel salieron en auto de la sede del gremio ATULP, en 44 entre 9 y 10, hacia la Capital Federal, pero en 44 y 12 fueron interceptados por varios vehículos y secuestrados. Pocas horas después sus cadáveres aparecieron acribillados a balazos en cercanías de la costa del Río de la Plata en la zona de Sarandí. Sus cuerpos fueron identificados formalmente por el titular del gremio de los trabajadores universitarios, Ernesto Ramírez, quien tiempo después sería desaparecido.

Tras ese hecho, las distintas facultades y otras dependencias de la UNLP permanecieron cerradas durante casi tres meses.

“SEMILLA” RAMÍREZ

La calle 44 entre 9 y 10, cuadra donde en el Nº 733 tiene su sede la Asociación de Trabajadores de la Universidad de La Plata, ATULP, lleva el nombre de Ernesto Anastasio Ramírez (1930-1977), por todos conocido por el apodo de “Semilla”, y quien fuera por más de una década secretario general de ese gremio.

El 11 de junio de 2014 el Concejo Deliberante dictó la Ordenanza 11.111 adoptando esa designación para homenajear al desaparecido dirigente sindical nacido el 12 de enero de 1930 en General Lamadrid.

En junio del año pasado el cuerpo legislativo platense declaró a Ramírez Ciudadano Ilustre post mortem. Con el golpe de estado del 24 de marzo de 1976, ATULP fue intervenido y Ramírez pasó a la clandestinidad desde la que continuó su militancia hasta que el 1º de abril de 1977, una tanqueta usada en un operativo militar destruyó su casa y el dirigente fue secuestrado y desaparecido.