Un chico de 12 años se mató en Misiones víctima del bullying

El niño de 12 años que, agobiado por el bullying el pasado domingo se pegó un tiro en la cabeza con el arma reglamentaria de su padre, un sargento de la policía de Misiones, falleció ayer en el Hospital de Pediatría de Posadas donde estaba internado en grave estado.

El menor, identificado como Rodrigo Espíndola, estaba internado en el centro asistencial desde el domingo a la noche, cuando ingresó con una herida de arma de fuego a la altura de la sien derecha y, tras ser operado, permaneció en estado reservado hasta que falleció ayer a media mañana.

Fuentes cercanas a la investigación informaron que el menor se disparó delante de sus padres, en una habitación de la vivienda que compartían en el barrio Cocomarola Este.

En un principio, las versiones indicaban que el menor se disparó cansado de las peleas de sus padres, lo que fue negado después por sus progenitores, quienes dijeron que en realidad el chico sufría de bullying en la escuela.

Los padres relataron ante las autoridades que los compañeros del colegio “se burlaban de él por los anteojos” y le decían que era “burro” por no haber pasado el examen de ingreso al secundario.

“Él estaba deprimido porque desaprobó un maldito examen de ingreso a un colegio secundario -dijo su madre- nosotros en todo momento lo apoyamos, como cualquier padre haría. Pero, lamentablemente, no pudo aprobar y sacó un promedio muy bajo, tras un cursillo que duró tres meses”.

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Jonatan Espíndola, sargento de la policía provincial con más de 10 años en la fuerza, dijo que su hijo extrajo su arma reglamentaria de un cajón de su habitación y que la misma se encontraba sin el cargador.

El caso es llevado por el Juzgado de Instrucción 3, y la policía Científica fue la encargada de realizar los trabajos correspondientes. En este contexto, se incautó la pistola reglamentaria perteneciente al funcionario público, así como también una vaina servida y once cartuchos sin percutar. También se hicieron pruebas de parafina, que dieron negativa a sus progenitores, quienes recibieron asistencia psicológica de profesionales y fueron medicados.