Lo golpearon con una baldosa en la cabeza; está muy grave y en coma

Emilio Salvador La Gioiosa apenas pudo adivinar el movimiento del agresor que terminó golpeándolo dos veces en la cabeza con una baldosa, sin motivo y en la calle, en la madrugada de un domingo, hace casi dos semanas. El agresor, cuya imagen fue registrada con nitidez por varias cámaras de seguridad privadas, no fue detenido. Emilio, que tiene 37 años y concesionarias de autos, está internado en coma en el área de terapia intensiva del hospital Español, después de que lo operaron para reemplazar la placa de titanio que tenía en la cabeza por un accidente previo: “Se partió en 20 pedazos por el golpe que recibió” dijo a este diario su hermana Mercedes.

Según contó su familia, el gravísimo incidente sucedió a las 4.43 de la mañana del 11 de noviembre pasado, justo después de que Emilio estacionó su auto en 7 y 34 y bajó junto a sus dos acompañantes: un amigo y la novia de éste.

“Aparentemente pararon para ir al baño de algún bar de la zona”, contó Mercedes, pero el drama se desencadenó apenas unos segundos después de que salieron del auto, en esa cuadra donde hay un pool.

Ahí estaba el atacante, un hombre de unos 35 años que “se movía como alguien que es habitué en el lugar”, apuntó Mercedes, agregando que las filmaciones lo muestran “entrar y salir y hasta agredir a una mujer que estaba con él”.

En medio de esos movimientos, el sujeto intercambió empujones con una pareja que estaba en una moto en la vereda, tironeó de la remera a otro conocido y hasta le dio algunos besos a la que sería su novia, en una suerte de “reconciliación”.

Después de eso “él y la chica avanzaron unos metros más” -continuó Mercedes-, momento en que “se cruzaron con mi hermano”.

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Por lo que contaron los testigos, Emilio caminaba junto a la novia del amigo, quien venía algunos pasos atrás y al quedar frente a frente con el agresor le habría reprochado el modo en que trataba a la mujer que lo acompañaba.

“Eso lo enloqueció”, confirmó Mercedes, en referencia a la trompada que el agresor le acertó al amigo de Emilio, desestabilizándolo. La novia del joven gritó y La Gioiosa sólo llegó a decir “no”, antes de que el atacante levantara un par de baldosas con las que le pegó con fuerza en la cabeza.

“Alguien lo escuchó decirle a su novia ‘mirá cómo mato a éste’”, comentó Mercedes, segura de que el hombre “quería seguir pegándole a cualquier cosa”.

Emilio, que tenía colocada una placa en el cráneo por las heridas que sufrió en un accidente, cayó desvanecido al piso y comenzó a convulsionar. Sus amigos, desesperados, pidieron ayuda, mientras la novia del agresor pugnaba por sacarlo de la escena.

“Estaba sacado, quería volver. Ella le tiraba de la remera, hasta que por fin se fueron” por 7, en dirección a 38, indicó la hermana de la víctima.

Para entonces varias personas ya habían llamado al 911 y al SAME. Según Mercedes, la policía llegó a los pocos minutos, “pero no salió a buscar al agresor”, en tanto que la ambulancia “demoró un buen rato”. De cualquier manera, la familia resaltó el trabajo de los médicos que llevaron a La Gioiosa al hospital de Gonnet, desde donde luego lo derivaron al Español. Allí lo operaron para reemplazarle la placa destrozada.

Desde entonces está en terapia intensiva, “primero en coma inducido y ahora en coma biológico y con respirador”, dijo su hermana, quien pidió que todos los que puedan aportar información para identificar al responsable se comuniquen con el teléfono (0221) 4200276.

“Se lo ve perfecto”

Los familiares de Emilio obtuvieron varias filmaciones que muestran la secuencia del ataque, capturadas por las cámaras de seguridad callejeras de distintos comercios de la cuadra, incluido el pool del que salió el agresor.

La denuncia quedó radicada en la comisaría Segunda, que trabaja con ese material y las declaraciones de los testigos. “No hace falta identikit -dijo Mercedes- en las imágenes se lo ve perfecto”.

Emilio La Gioiosa tiene 37 años, lo operaron el mismo domingo y está en terapia intensiva

Las cámaras de seguridad de varios comercios registraron la violenta secuencia