En el Savoia, salieron a almorzar en familia y les robaron hasta la gaseosa
Edición Impresa | 27 de Noviembre de 2018 | 02:11
A diario, la preocupación vecinal por los robos en la zona norte de la Ciudad sigue agregando datos. Mientras una movilización vecinal se dirigía a la comisaría décima de City Bell en una casa familiar situada en 477 entre 8 y 9, seguían trabajando para devolverle apariencia de hogar tras un impactante paso de ladrones entre el mediodía y la tarde del domingo.
“Estaba todo dado vuelta”, lamentaba Carlos (32), propietario de la vivienda en la que convive con su esposa e hijos. El matrimonio seguía ordenando y restaurando elementos que en casos habían quedado dispersos en un terreno libre contiguo. “Estaban los pastos pisoteados. Es como se hubieran andado por ahí antes de meterse a robar, haciendo inteligencia sobre los movimientos que hay dentro de la casa”, apuntó una de las víctimas del atraco.
Según relató el vecino, todo empezó el domingo al mediodía, cuando decidieron compartir el almuerzo con familiares. Se fueron hasta Berisso, separados en dos autos.
“Primero salió mi mujer y detrás de ella salí yo. Cuando llegó mi mujer unas 4 horas después vio algo y me llamó. Me dijo `no entres porque veo un chico con algo brillante en la mano, como una navaja´. Le dije que no entrara pero que no se vaya”, contó el dueño de casa.
La tensión iba en aumento mientras el hombre se acercaba en auto a la casa situada en el Barrio Savoia. “Ella se quedó esperando y vio que el chico se acercaba a un auto que pasaba. Entonces, decidió entrar”, añadió Carlos.
Mientras se reprochaba por la desconfianza que le había generado el adolescente y todo parecía volver a la normalidad, la puerta abierta entregó el peor escenario.
Faltaba de todo
La dueña de la vivienda vio desde la entrada que faltaba el televisor.
La recorrida les permitió notar que faltaban dos notebook, tres televisores, una consola de juegos electrónicos, plata que guardaban momentáneamente en una de las habitaciones, alhajas, herramientas ropa de los adultos y de los niños. “Se llevaron hasta una vincha de la nena y una botella de gaseosa de tres litros que había quedado de una reunión que había tenido con amigos”, detalló Carlos.
En el barrio se cuenta en voz baja la sospecha de que los ladrones son de la misma zona
Una vez que llegó la Policía, comenzaron a buscar indicios de los ladrones dentro y fuera de la casa. En las inmediaciones de la propiedad hallaron parte del botín del robo. Creen en la familia que cuando la dueña puso la llave en la puerta quizás habría ladrones adentro todavía y debieron huir, sin poder consolidar el atraco.
Usaron guantes
De la pericia de huellas no salió algo que aliente esperanzas de justicia. “No encontraron huellas. Usaron guantes”, apuntó Carlos.
El escruche no trajo novedades significativas sobre la situación en el barrio, según contó la víctima. “Acá nos robaron a casi todos. Antes me rompieron el vidrio del auto y se llevaron una computadora”, apuntó.
En voz baja, en la zona manifiestan sospechas sobre un grupo de ladrones que vive a metros de las víctimas en esa área de City Bell.
Esta vez, ni la perra boxer de la familia pudo ayudar: “cuando mi señora abrió la puerta la perra salió corriendo como loca. Quizás quería escapar, asustada, porque le deben haber pegado”.
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