Más testigos y peritos complican a los policías

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Con la declaración de un perito médico, que constató lesiones en el cuerpo del la víctima el día que fue detenida; el de un policía que cuestionó en su momento la hipótesis del suicidio; y la de un vecino que lo entregó a la Policía, siguió ayer el juicio oral y público a siete policías, cuatro sospechados por la muerte, en 2002, de Cristian Pérez (18), se presume en la comisaría de City Bell.

El debate, a cargo de los jueces Silvia Hoerr, Liliana Torrisi y Claudio Bernard, del Tribunal Oral en lo Criminal II de La Plata, seguirá mañana con la declaración de una testigo de identidad reservada, que puso al descubierto la responsabilidad de policías de la comisaría de City Bell en un supuesto homicidio que se habría intentado ocultar simulando un suicidio en las vías del tren.

A este juicio, llegaron imputados David Koenig, Juan Pavela, Rubén Lago y Juan Condoleo, por homicidio doblemente agravado por alevosía y por la participación de más de dos personas.

Koenig llegó libre al debate y actualmente es subcomisario de la 1ª de La Plata.

En tanto, Beatriz Sosa, acusada de encubrimiento, va a juicio abreviado; Miguel Álvarez, Jorge Luna y Pedro Djurasek (comisario de la 10ª), fueron acusados de encubrimiento.

El caso comenzó el 13 de octubre de 2002, cuando dos ciclistas fueron atropellados en City Bell por un Ford Falcon, cuyo conductor (Pérez) parecía haber huido aunque luego declaró en la comisaría y fue dejado en libertad. Horas más tarde, un tren lo atropelló y quedó muerto en las vías.

Las dudas crecieron al mismo tiempo que la hipótesis del crimen, que llevó a la detención de seis policías -entre ellos uno exonerado de la bonaerense y una mujer-, por encubrimiento agravado, y luego imputaciones por el homicidio.

Lesiones

El médico que declaró ayer dijo que Pérez presentaba lesiones de carácter leves, de algún golpe y signos de haber sido arrastrado, presumiblemente cuando fue detenido por un vecino y obligado a entregarse.

Ahora falta que declare el médico autopsiante. Según el informe del profesional que consta en la causa, cuando Pérez fue arrollado por el tren ya estaba sin vida y tenía lesiones previas a las producidas por el impacto de la locomotora.

A esto se le suma el testimonio de los conductores del tren, quienes explicaron que el joven estaba acostado en las vías, inmóvil; y que no hizo ningún movimiento cuando tocaron varias veces la poderosa bocina de la formación.

Luego un especialista de homicidios de la DDI La Plata relató todas las dudas que surgieron en la causa cuando el caso se había orientado para la hipótesis del suicidio.

El testigo desvirtuó por completo esa posibilidad.

 

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