Se le pinchó el globo: Xipolitakis denunció al marido por violencia

“Hola, es para hacerte una denuncia. Estoy con un bebé y tengo un demente, quiero que se lo lleven. Por violencia… por violencia verbal. Porque es un loco. Quiero que se lo lleven, por favor. Gracias”. Con esas palabras, Victoria Xipolitakis llamó al 911 para pedir ayuda tras una discusión con su marido.

Fue en plena madrugada de ayer, cuando se produjo un confuso episodio en el departamento de Recoleta que la mediática comparte con su marido, Javier Naselli, y su bebé de cinco días, Salvador Uriel.

El pedido de auxilio de ella fue para denunciar al banquero por “violencia verbal”. En su comunicación con la línea de emergencias, Viky precisó la dirección de su casa y contó que se encontraba “en la pieza de atrás” con su hijo, para “que no le llegue algún malestar a él”.

Minutos después un patrullero llegó al lugar, y Naselli debió abandonar el edificio acompañado por dos policías. Pero no fue detenido. En parte, porque Xipolitakis decidió no radicar la denuncia de manera formal, argumentando que acaba de ser madre.

La “Griega” y el empresario estadounidense se conocieron en una fiesta en Punta del Este en el verano del 2017 y, desde entonces, yendo y viniendo entre ambos países, no se separaron. Luego de varios meses de mantener el noviazgo en absoluto secreto, en junio de ese año la pareja se sentó en el living de Susana Giménez. Meses después, en febrero de este año, se casaron con una ceremonia íntima en el país del norte.

Desde entonces Viky se encargó de mostrar vía redes su lujoso ritmo de vida. Las apariencias mostraban un cuento de hadas que ahora parece esfumarse.

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“Estaban tan felices que me resulta todo muy extraño. De Vicky podés esperar que salga con cosas mediáticas y disparatadas, pero acá hay un bebé. Hay otras cosas”, contó ayer Moria, amiga íntima de la pareja, quien se mostró preocupada.

Se sabe que Naselli se hospedó en un hotel cercano y que esta mañana, temprano, se reunió con un abogado. Xipolitakis, por su parte, no le abrió la puerta de su departamento a efectivos de la Dirección de Violencia de Género de la Policía.