El autor del “Ahora 12” a favor de las empresas que no dió un portazo y prefirió no criticar a nadie

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Javier Iguacel aterrizó en el entonces ministerio de Energía, para reemplazar a Juan José Aranguren cuya imagen estaba desgastada por los sucesivos aumentos de tarifas que debió anunciar durante su gestión de dos años y medio.

El ahora ex funcionario llegó de Vialidad Nacional con el envión de haber bajado costos en la obra vial. Tal vez pensó que podía hacer lo mismo con el costo de la generación de la energía eléctrica y la producción de gas.

Comentan en Gobierno que quien lo promocionó fue el “amigo del alma” del Presidente, Nicky Caputo.

Aunque logró algunas reducciones en dólares, la devaluación devoró esos beneficios y los subsidios energéticos terminarán en 2018 por arriba de los 200 mil millones de pesos.

El ímpetu inicial se transformó en un descenso lente, pero contínuo. Primero cuando rebajaron su cargo de ministro a secretario de Estado, dependiendo de Nicolas Dujovne, nuevo mandamás del equipo económico. Después con lo que sus enemigos llaman el “ahora 12” de Cambiemos (en referencia al plan instrumentado para el consumo en cuotas durante el kirchnerismo. El tema es que las compensaciones de Iguacel no eran ahora para los consumidores sino para las distribuidoras de gas, por la devaluación.

El tema fue así. La devaluación provocó un desequilibrio en el negocio del gas. Las distribuidoras lo cobraron a los usuarios con un dólar a $ 20, pero tuvieron que pagarlo entre $ 30 y $ 40, por la depreciación del peso. E Iguacel lanzó un plan para que los usuarios tenían que pagar esas compensaciones. En 12 cuotas, eso si.

La reacción negativa de la medida hizo que el Gobierno diera marcha atrás con la misma.

Después vino la pelea con las petroleras, por el incremento de los combustibles.

Y la bronca que generaba entre sus colegas de gabinete su permanente exposición mediática que, además, no mejoraba su imagen, lo castigaban.

Y ahí surgió su última pelea: con el ministro de Hacienda. En el entorno de Dujovne dijeron que los desacuerdos eran permanentes.

Javier Iguacel, de 44 años, Ingeniero en Petróleo, finalmente se fue. Sin dar un portazo y sin criticar a nadie. Luego de otro tarifazo.

Javier Iguacel aterrizó en el entonces ministerio de Energía, para reemplazar a Juan José Aranguren cuya imagen estaba desgastada por los sucesivos aumentos de tarifas que debió anunciar durante su gestión de dos años y medio.

El ahora ex funcionario llegó de Vialidad Nacional con el envión de haber bajado costos en la obra vial. Tal vez pensó que podía hacer lo mismo con el costo de la generación de la energía eléctrica y la producción de gas.

Comentan en Gobierno que quien lo promocionó fue el “amigo del alma” del Presidente, Nicky Caputo.

Aunque logró algunas reducciones en dólares, la devaluación devoró esos beneficios y los subsidios energéticos terminarán en 2018 por arriba de los 200 mil millones de pesos.

El ímpetu inicial se transformó en un descenso lente, pero contínuo. Primero cuando rebajaron su cargo de ministro a secretario de Estado, dependiendo de Nicolas Dujovne, nuevo mandamás del equipo económico. Después con lo que sus enemigos llaman el “ahora 12” de Cambiemos (en referencia al plan instrumentado para el consumo en cuotas durante el kirchnerismo. El tema es que las compensaciones de Iguacel no eran ahora para los consumidores sino para las distribuidoras de gas, por la devaluación.

El tema fue así. La devaluación provocó un desequilibrio en el negocio del gas. Las distribuidoras lo cobraron a los usuarios con un dólar a $ 20, pero tuvieron que pagarlo entre $ 30 y $ 40, por la depreciación del peso. E Iguacel lanzó un plan para que los usuarios tenían que pagar esas compensaciones. En 12 cuotas, eso si.

La reacción negativa de la medida hizo que el Gobierno diera marcha atrás con la misma.

Después vino la pelea con las petroleras, por el incremento de los combustibles.

Y la bronca que generaba entre sus colegas de gabinete su permanente exposición mediática que, además, no mejoraba su imagen, lo castigaban.

Y ahí surgió su última pelea: con el ministro de Hacienda. En el entorno de Dujovne dijeron que los desacuerdos eran permanentes.

Javier Iguacel, de 44 años, Ingeniero en Petróleo, finalmente se fue. Sin dar un portazo y sin criticar a nadie. Luego de otro tarifazo.

 

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