El eclipse total de Luna asombró al mundo y llenó de fantasía el cielo

La conjunción de una luna azul, superluna y luna de sangre no se había dado en 150 años. Un fenómeno que fue seguido por pantalla en nuestro país

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Millones de personas observaron ayer el eclipse total de la llamada Superluna azul, la segunda Luna llena del mes y en su posición más cercana a la Tierra, fenómeno que fue visto principalmente en Norteamérica, Asia, Oceanía y el este de Rusia.

Si bien en Europa occidental, Sudamérica y África el eclipse se observó muy poco, fue transmitido por la NASA y eso permitió que miles de curiosos puedan seguirlo paso a paso a través de la web a partir de las 21.30 GMT (18,30 de Argentina).

Además, en la ciudad de Buenos Aires, el fenómeno pudo seguirse a través de una pantalla gigante ubicada en la intersección de las calles Cerrito y Viamonte (ver aparte).

Como ya hubo una Luna llena entre el 1 y 2 de enero, esta segunda es, además, una “Luna azul”

Mientras gran parte del mundo esperaba el eclipse ayer a la noche, en otras regiones comenzó a visualizarse mucho antes debido a las diferencias en el huso horario, como en Japón o en islas del Pacífico.

Así las cosas, el fenómeno astronómico permitirá ver cómo la Luna se tiñe de color rojizo sin necesidad de usar anteojos especiales, como en el caso de los eclipses solares. Este fenómeno, en el que se combina un eclipse lunar, una Superluna, una Luna de sangre y una Luna azul, no se da desde hace 150 años, ya que la última vez que tuvo lugar fue en 1866, y la próxima vez que ocurra será recién el 31 de enero de 2037.

La Superluna se produce cuando el momento de máximo acercamiento es, además, el momento en el que hay Luna llena, la que se considera a la vez “Luna azul” cuando se dan dos Lunas llenas en un mismo mes.

Como ya hubo una Luna llena entre el 1 y 2 de enero, esta segunda es, además, una “Luna azul”.

Asimismo, ayer se produjo un tercer fenómeno, menos común que la Superluna y la Luna azul: la Tierra, el Sol y la Luna se alinearon, dando así lugar a un eclipse lunar total.

La Luna llena coincide con el momento en que entra en la sombra de la Tierra produciéndose así un eclipse. A su vez, durante el transcurso del eclipse, la atmósfera de la Tierra filtró la luz azul y verde de los rayos solares, pero dejó en cambio pasar la roja. Así se vio lo que se llama “luna de sangre”, ya que se tiñó con el reflejo del brillo rojizo que le llegó procedente de la atmósfera.

Según datos de la NASA, en 2018 se producirán dos eclipses totales de Luna, el 31 de enero y el 27 de julio.

 

 

 

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