Mariano Martínez: un galán que cambia de rubro pero sigue enamorando

El actor Mariano Martínez debutará como conductor en “Primera Cita”, un formato español que busca formar parejas y que tendrá estreno por Telefé el miércoles a las 19, para entablar la disputa por el encendido con el rendidor “Pasapalabra”, de Iván De Pineda, que va a la misma hora por El Trece.

En el Día de los Enamorados, el intérprete deberá afrontar el desafío de estar al frente de un envío originalmente inglés y que ya tuvo réplicas en 15 países, donde oficiará de anfitrión de un restaurante donde dos desconocidos que buscan establecer un vínculo.

La dinámica de los 44 episodios de “Primera Cita” (4 parejas por capítulo) incluye una cena y juegos, previo pasaje por la barra y charlas con el anfitrión Martínez y su coequiper y celestina Sofía “Jujuy” Jiménez, ambos abocados a que los participantes se relajen y puedan conectar entre sí.

El nuevo programa se inscribe en la tradición de envíos locales como “Yo me quiero casar”, un hito de los ‘70 conducido por Roberto Galán o “Cupido” (TBS), emitido originalmente por la señal de cable Much Music. En la grilla de programación del verano, existe otro envío diario similar, “Ojos que no ven” (El Trece), conducido por Andrea Politti, que ya se vio envuelto en denuncias porque algunos concursantes no eran desconocidos y fueron desenmascarados por los televidentes.

“Primera Cita” “es un programa sano y ayuda a unir gente, para un target de 18 años a 100 quienes se anotan por la web o mandan un video por WhatsApp. Si de 40 citas una logra de verdad enamorarse ya es un golazo. Hoy el tema de las redes sociales está presente en lo sentimental y esquivarlo no tiene sentido”, contó Martínez, que debutará en la conducción tras años como galán de telenovelas.

EL NUEVO ROL

Martínez contó que el nuevo rol le sienta “bien, aunque resulta bien diferente a la actuación. Acá soy yo, no trabajo desde ningún personaje, hago las cosas a mi forma, pero también respeto ciertos parámetros sobre cuál es mi rol dentro del restaurante. No es cualquier tipo de conducción y tampoco se emite en vivo, lo que me cubre bastante. De todos modos, trabajamos a partir de un falso vivo, donde desde el vamos arranco como maitre o anfitrión: recibo a cada uno y charlo”.

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“Soy de ponerme a charlar con la gente por la calle, las vidas me dan curiosidad. En el supermercado por ejemplo, para lograr que me ayuden converso un rato y acá hago más o menos lo mismo. No pretendo que sea la entrevista perfecta, ni debo hacerme el chistoso, sólo preciso ser un buen anfitrión: hacer sentir cómodo al invitado y lograr que se relaje”, afirmó, sobre sus dotes naturales para su nuevo papel.

Actuar, dice, “me ayuda para saber dónde pararme frente a la cámara, pero después me muevo como soy. Por eso quiero ver qué hice, ya que grabamos sin estar al aire (risas)”.

Martínez sigue riendo al contar que “los productores suelen bromear y decirme: ‘Sonás muy 90’, porque quizás repetí ‘copado’ varias veces durante uno de los programas”, aunque aclara que “tengo hermanos de 23 años entonces conozco sus códigos: y participaron muchos chicos de 20 años, fue divertido. Lamento que no se hayan anotado gente de más edad. Vi algunos programas españoles donde había participantes de la tercera edad y eran historias potentes y tiernas”.

Martínez contó que no conoce a los participantes antes de entrar al programa. “Fue una decisión mía. Si bien implica un riesgo, me ayuda: a veces resulta más interesante no saber con qué te vas a encontrar, igual lo vas manejando. Algunos participantes vienen muy arriba y no se quieren ir cuando termina la grabación. Por suerte nunca me tocó alguien agresivo”, explicó.

HISTORIAS DE AMOR

Y relató como “una pareja de millenials se prendió fuego en un programa, se chaparon y hasta planearon un viaje juntos. Varios participantes trajeron sus dones al programa para conquistar al otro: estuvo quien tocó la guitarra, la que se animó a dibujar y hasta a escribir un poema. En la versión local al final del capítulo sólo sabés si van a volver a salir. En España, en cambio, lo pasaron al formato de tira diaria y funcionó muy bien, como si fuera una telenovela con gente real, entonces fue posible seguir las historias de cada pareja: hubo casamientos y nacieron hijos”.

El galán no esquivó las polémicas que han traído en los últimos meses este tipo de envíos, particularmente “Ojos que no ven”, que, conducido por Andrea Politti, ya afrontó acusaciones por ‘falsear’ los encuentros espontáneos entre los participantes. “Resulta incontrolable, por más que se intente chequear la mayor cantidad de datos posible. Más allá de que la producción pertenece a Turner y es muy seria yo también doy mi palabra: me comprometí a hacer el programa porque es real y verdadero”, confía Mariano.

Martínez prepara además otro proyecto: hará la versión local de “Rapunzel” en teatro. “Voy a ser el príncipe, un personaje bastante atorrante, un cazafortunas que termina enamorándose de Rapunzel, a cargo de Laurita Fernández. Será una producción musical de Fénix, con Anita Martínez como la bruja y estrenaremos el 25 de mayo. Mi hija Olivia (8 años) me ayudó a encontrar el nombre de mi personaje, ya que se trata de una adaptación del cuento y no tiene nada que ver con la película de Disney, a la que ya vimos casi 100 veces”, reveló el galán que sigue reinventándose.