Drástica tala en la rambla de 72 y 28 renueva la preocupación por el patrimonio forestal
Edición Impresa | 23 de Febrero de 2018 | 01:39

La Plata, que siempre se jactó y con razón de una riqueza forestal que aún hoy impacta a los visitantes por tanto verde, está perdiendo sin pausa una valiosa parte de su patrimonio arbóreo.
Esta semana los vecinos de la rambla de avenida 72, a la altura de calle 28, observaron alarmados cómo varios eucaliptos de no menos de siete décadas de vida eran removidos sin motivo aparente por las motosierras comunales. Y si bien el Municipio justificó la medida en que los ejemplares estaban “secos”, la drástica intervención volvió a poner en escena la preocupación por el presente y futuro de la diversidad botánica que puebla nuestras calles, ramblas, plazas, parques, plazoletas y jardines públicos.
Los motivos de la decadencia son múltiples. En los últimos meses la sucesión de talas autorizadas por el municipio -como el caso más reciente-, podas clandestinas, caídas de árboles por enfermedad o falta de mantenimiento, y ejemplares que se secan lentamente, vienen diezmando uno añoso arbolado urbano. A eso hay que sumar la escasa reposición y las agresiones de todo tipo, desde el “anillado” de la corteza hasta las pintadas vandálicas, que atentan contra la salud de centenarios ejemplares.
“No sabemos porqué los talaron. Nadie nos dio explicaciones. Hay rumores de que van a construir una plaza o un paseo”, dijo, indignado, Marcelo Carlos, un asiduo visitante a ese espacio verde.
El vecino recordó que meses atrás se anunció “la ejecución de la Obra Parque Lineal Circunvalación Avenida 72 de 27 a 31”, proyecto en el que se avanzaría en el marco de un “convenio específico de cooperación” entre la Comuna local y la Secretaría de Asuntos Municipales del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Viviendas de la Nación.
Si bien entonces no trascendieron mayores detalles, esa obra estaría en sintonía con la que se proyecta para la rambla de 32 y que incluirá plazas temáticas cada 120 metros, nuevos cruces en las avenidas, bicisendas y puestos comerciales.
Sin embargo portavoces municipales dieron por tierra con la especulación vecinal y explicaron que los ejemplares fueron retirados por su avanzado deterioro. Desde la Secretaría de Espacios Públicos y Gestión Ambiental de la Municipalidad de La Plata aseguraron que en 72 y 28 “se realizaron tareas de descopado y despunte en los ejemplares de la zona para luego extraerlos, ya que se encuentran secos y en estado de deterioro”.
Voceros comunales agregaron que “especialistas en ingeniería forestales del área realizaron informes en los que se determina que dichos árboles estaban secos y era necesaria su extracción”.
En cambio, otros especialistas consultados dijeron que por las observaciones que se pueden hacer del follaje todo indicaría que los ejemplares tenían vida.
No se aclaró si continuarán con la remoción de eucaliptos de la rambla de 72.
en decadencia
Justificada o no la extracción, el caso renovó la inquietud por la pérdida de ejemplares arbóreos.
Como se ha explicado en anteriores artículos de este diario, de acuerdo con el censo forestal más reciente, uno de cada tres frentes del casco urbano local carece de árboles. Según los datos que maneja el municipio, los casi 62 mil ejemplares distribuidos en las veredas del ejido fundacional corresponden a poco más de 43 mil lotes, y los anuncios de reapertura o creación de “cazuelas” -los cuadrados de 1,20 metros de lado sin embaldosar que deben dejarse libres a veinte centímetros de los cordones- por ahora nunca se concretaron.
Sucede que para el patrimonio forestal se cierran más espacios que los que se abren, a pesar de que las normas vigentes disponen otra casa. Se ha señalado que el Código de Edificación platense, aprobado en 2010, indica que “cuando no haya arbolado preexistente, las cazuelas deben ubicarse como mínimo a razón de dos por frente de parcela, con una separación entre ellas del orden de los cinco metros, “con la obligatoriedad por parte del propietario del predio edificado o baldío de plantar el correspondiente árbol”.
Hace no demasiado tiempo este diario también advertía sobre la amenaza que recae sobre árboles históricos, descuidados y en serio peligro. “Muchos de esos ejemplares son un testimonio vivo de esa riqueza paisajística y urbana heredada, que debemos custodiar y proteger”, advertía entonces el ingeniero agrónomo y paisajista Alfredo Benassi. Y subrayaba que “muchos de esos ejemplares sufren una aceleración de su decrepitud inducida por intervenciones descuidadas, como es la construcción excesiva de solados duros impermeables en plazas y plazoletas, que confinan e impermeabilizan al extremo el suelo del que se alimentan y sostienen”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE