La Comuna lleva a los barrios el debate por el nuevo Código de Convivencia

El gobierno municipal abrirá a la comunidad a partir del mes que viene, el debate del proyecto de Código de Convivencia Urbana que incluye sanciones más severas para diversas infracciones que se cometen en la vía pública y que apunta a regular la venta ambulante y la nocturnidad. La decisión surgió ayer en la última jornada del “retiro espiritual” que el intendente Julio Garro compartió junto a los principales funcionarios de su equipo.

La iniciativa está terminando de ser elaborada por el Ejecutivo, con la idea de que los funcionarios vayan a distintas localidades a explicarla a diversos actores de la comunidad. “Vamos a debatir el Código en los barrios y se va a invitar a todas aquellas organizaciones que tengan que ver con las problemáticas que aborda”, dijeron fuentes del gobierno comunal.

Según trascendió, esa apertura a la comunidad se extenderá por cerca de 45 días y luego el Ejecutivo enviará el proyecto al Concejo Deliberante, hacia fines de abril. La aspiración oficial es que la ordenanza sea aprobada hacia mediados de este año.

El Código de Convivencia es uno de los objetivos centrales de la gestión de Garro. “Tolerancia cero para lo que está prohibido”, resumen en el gobierno municipal al referirse al espíritu del proyecto que se enfocará en el control del tránsito, protestas callejeras, habilitaciones comerciales y de obras de construcción, el consumo del alcohol y la venta ambulante.

Respecto del tránsito, por caso, el municipio se enfocará en endurecer las penas de las infracciones que, además de que van a ser “muy altas”, su acumulación en los antecedentes de los conductores podría redundar en que la Comuna adopte la decisión de no volver a concederles la licencia.

Además de dotar de mayor volumen al actual cuerpo de inspectores de Control Ciudadano, el municipio incorporará cámaras para la implementación de fotomultas.

También habrá grúas que, como en la Ciudad de Buenos Aires, realizarán rondines y detectarán autos estacionados en infracción, que serán retirados de la vía pública.

La Municipalidad quiere tener aprobada la ordenanza hacia mediados de año

La regulación de la protesta callejera también entrará en escena. El municipio buscará establecer la obligatoriedad para los organizadores de avisar con anticipación de las manifestaciones que realizarán y que los cortes de tránsito no sean intempestivos. El fundamento fue tomado del Código de Convivencia de la ciudad de Mendoza, que establece que las manifestaciones públicas deben realizarse con conocimiento anticipado por parte de las autoridades municipales, en un lugar asignado y circulando por las veredas.

“Creemos en los resultados del trabajo en equipo, por eso cada integrante del gabinete comparte el estado de situación de su área, y a la vez conoce lo que están haciendo sus compañeros. De esta manera nos ayudamos entre todos”, dijo Garro al justificar la reunión que se realizó en Brandsen.

Durante el encuentro se analizó el avance de las obras hidráulicas y “la importancia” de tener una Ciudad preparada para atender la emergencia. “Sabemos lo que es estar preocupados cada vez que llueve, es una herida que está cicatrizando y que vamos a curar cuando terminen las obras hidráulicas”, dijo el jefe comunal.