Una jueza, un empleado y un ladrón heridos en un tiroteo en el centro porteño

30 disparos, o más. Eso intercambiaron ayer los ladrones que asaltaron una joyería en el microcentro porteño y los policías que fueron a impedirlo, en un incidente que terminó con una jueza laboral, un empleado judicial y uno de los delincuentes heridos.

El hecho comenzó alrededor de las 14.15 en la zona de los Tribunales, cuando tres delincuentes que usaban sombreros de cowboy robaron la joyería “Yoni”, en Libertad 395, casi Corrientes, y al salir abrieron fuego contra dos efectivos de la seccional tercera que llegaron al lugar alertados del hecho.

Mientras los efectivos, que resultaron ilesos, pidieron refuerzos, el asaltante que había ingresado en el local, otro que estaba de “campana” y un tercero que los esperaba en una camioneta Ford EcoSport negra iniciaron la fuga por la calle Libertad hasta Talcahuano.

En esa esquina se cruzaron con efectivos en moto de la Policía de la Ciudad, chocaron con un auto y se produjo un tiroteo donde resultaron heridos la jueza María Alejandra D’Agnillo (60), titular del Juzgado de Trabajo número 63, y Ezequiel Eduardo Allende (27), empleado del Juzgado Civil número 9. La magistrada, que recibió un balazo en la ingle y otro en un muslo apenas salió de su juzgado a comprar comida y pasar por un cajero automático, fue atendida por un médico que pasaba por el lugar quien le efectuó un torniquete para detenerle la hemorragia.

Allende fue baleado debajo de la rodilla cuando estaba en una moto, dijeron fuentes judiciales.

Mientras tanto, los ladrones se bajaron del rodado, escaparon corriendo y se subieron a una camioneta Peugeot Partner que robaron.

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Poco después, uno de ellos descendió del vehículo e ingresó en un edificio de la Procuración General de la Nación, en Uruguay 440, donde se cambió la ropa y se escapó.

Mientras tanto, otro ladrón que se quedó dentro del vehículo, se tiroteó con los efectivos policiales y resultó herido de un balazo en el tórax y detenido; el tercer cómplice también huyó.

El asaltante herido, que permanecía internado ayer en gravísimo estado, fue trasladado al Hospital Argerich, mientras que la jueza y el empleado fueron llevados al Hospital Ramos Mejía, donde la magistrada fue operada e iba a ser derivada a una clínica privada.

La policía revisó los edificios de la zona en busca de los prófugos.

“Yo vivo en la esquina de Corrientes y Talcahuano y desde el balcón escuché un tiro, pensé que era de esas motos que tienen caños de escape que suenan como balas, y alcancé a ver una camioneta negra que atravesaba Corrientes con el policía detrás, que no tenía arma, apenas tenía el radio, siguiéndolos”, relató una vecina llamada Luz.

La mujer aseguró que “se subió (a la camioneta) uno de los chorros, de remera blanca y manga corta”.

“Un empleado de la joyería salió a decir que habían entrado dos y que otros dos se quedaron afuera. Debían tener unos veintiocho o treinta años. Hay como treinta tiros en toda la joyería y en esa parte de la calle”, detalló la vecina.

Por su parte, Fermín, dueño de un local Wde la zona, contó que estaba atendiendo su comercio, a metros de Corrientes y Paraná, cuando comenzó a escuchar los disparos. “Yo estaba en el negocio atendiendo gente, de repente escuché los tiros, me tiré al piso y después vi dos personas heridas sobre Corrientes que ya fueron trasladadas por la ambulancia”, relató.

El hombre dijo que “los disparos duraron como cuatro o cinco minutos”, que “fueron como cuarenta tiros” y que los delincuentes pasaron por la puerta de su negocio cuando huían.

En tanto, Ana, que trabaja en un teatro sobre la avenida Corrientes, relató que un grupo de personas que pasaba caminando ingresó a la sala para refugiarse de los disparos y le contó lo que ocurría, mientras se escuchaban los tiros.