Tras testificar sobre la “trama rusa” renunció la directora de Comunicaciones de Trump

Hope Hicks (29), la directora de Comunicaciones de la Casa Blanca y vieja asesora del presidente de EE UU, Donald Trump, renunció y dejará su cargo “en las próximas semanas”, según confirmó ayer la portavoz del Gobierno estadounidense, Sarah Huckabee Sanders.

Hicks quien se unió a la campaña presidencial de Trump en 2016 sin ninguna experiencia previa en política, fue una de las personas que más tiempo permaneció en el equipo cercano al magnate desde que comenzó su camino hacia la Casa Blanca.

“Hope es sobresaliente y ha hecho un gran trabajo durante los últimos tres años. Es muy inteligente y considerada, así como una gran persona. Extrañaré tenerla a mi lado, pero cuando me consultó para buscar otras oportunidades, lo entendí totalmente”, dijo el presidente Trump en un comunicado facilitado por la Casa Blanca. “Estoy seguro de que trabajaremos juntos de nuevo en el futuro”, agregó el gobernante.

Por su parte, la propia Hicks aseguró que “no hay palabras” para expresar adecuadamente su gratitud al mandatario, y deseó al presidente y a su Gobierno “lo mejor”.

El jefe de gabinete de la Casa Blanca, John Kelly, también tuvo palabras de agradecimiento hacia la joven.

Hicks, que anteriormente había hecho carrera como modelo, comenzó trabajando para Trump como una ayudante de prensa, hasta ser anunciada formalmente como directora de comunicaciones de la Casa Blanca el verano boreal pasado.

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La noticia llega un día después de que la consejera del presidente testificara durante alrededor de ocho horas ante el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes en el marco de las investigaciones sobre la posible coordinación de la campaña de Trump con el Gobierno ruso para influir en los comicios de 2016. En la larga y agotadora comparecencia, Hicks admitió haber contado “mentiras blancas” desde su puesto para ayudar a Trump, aunque negó haber engañado en nada vinculado a la investigación sobre el llamado “Rusiagate”.

Hicks es la tercera persona en ocupar el puesto de director de comunicaciones de la Casa Blanca, después de Mike Dubke, quien dimitió en mayo pasado, y de Anthony Scaramucci, quien tuvo un fugaz pasaje por el cargo a finales de julio.