Jonny Greenwood, la puntada secreta de otra obra maestra de Anderson

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Al igual que el obsesivo diseñador de modas Reynolds Woodcock (interpretado por Daniel Day-Lewis) y su musa Alma (Vicky Krieps) crean su propia armonía retorcida en “El hilo fantasma”, la sublime cinta de romance, tortura y creación de Anderson, Jonny Greenwood, el retraído multi-instrumentalista de la banda Radiohead, y el director de la película Paul Thomas Anderson han conseguido un equilibrio idiosincrático.

“El hilo fantasma” es, de hecho, su quinta película juntos. Greenwood ha hecho la música de todas las cintas de Anderson desde “Petróleo sangriento” de 2007, incluyendo “The Master” de 2012, “Vicio propio” de 2014 y el documental “Junun” de 2015, en que rodó el viaje de Greenwood a India para tocar con Shye Ben Tzur y The Rajasthan Express.

¿Qué hace que sean tan buena dupla? “Como en cualquier buena relación de largo plazo, diría que el respeto mutuo y las citas nocturnas”, dijo Anderson. “Él tiene fe en mí y le gusta burlarse de mí”, dijo Greenwood. “Creo que esos son los dos extremos de la relación perfecta”.

“El hilo fantasma” marca un nuevo crescendo para su colaboración y para Greenwood como compositor. La película compitió por seis Oscar, incluyendo a mejor música original la primera nominación de Greenwood a los Premios de la Academia (finalmente ganaría Alexandre Desplat, por la música romántica y excepcionalmente bella aunque menos sutil de “La forma del agua”).

La nominación corrigió (a medias, al menos) algo que muchos consideran que estuvo mal: la música rechinante y sobrenatural de Greenwood para “Petróleo sangriento” es ampliamente considerada una de las mejores bandas sonoras de las últimas dos décadas. Pero fue declarada no elegible para el Oscar porque estaba basada parcialmente en música previa de Greenwood: “Popcorn Superhet Receiver”, una desgarradora obra en la que indicó a la sección de cuerdas que tocaran con plumillas.

“El hilo fantasma” es una historia de amor, aunque retorcido, y requería una música orquestal más tradicional, llena de calidez y romance. Esas cualidades no solo son raras en el trabajo previo de Greenwood para el cine, sino también para el catálogo de Radiohead. Cuando Greenwood le envió a Anderson su típica música oscura para la primera escena, Anderson lo impulsó a escribir algo más romántico. En el resultado final los primeros sonidos que se escuchan son 32 instrumentos de cuerda a la vez. “Gran parte de la música que he hecho para otras películas ha sido bastante lúgubre o aterradora”, dijo Greenwood. “Estaba un poco nervioso al respecto y me sentía un poco raro ante el hecho de que todo es genuino. Pensaba en ese sentimiento que experimentas cuando vas a ver un concierto y escuchas a una orquesta comenzar, todos guardan silencio y la orquesta empieza a tocar y escuchas cómo suenan las cuerdas en la vida real. Es increíble, no se compara a nada más”.

Al escribir un elogio sobre su música para “Petróleo sangriento”, Alex Ross de The New Yorker dijo que Greenwood, quien estudió violín cuando era joven “se entiende mejor como un compositor que ha cruzado hacia el rock”. Sus primeros coqueteos con la música clásica comenzaron con arreglos para las canciones de Radiohead, pero ha ido creciendo sin parar. En 2012 lanzó un álbum con uno de sus grandes mentores, el vanguardista compositor polaco Krzysztof Penderecki.

Greenwood se ido sintiendo más cómodo con su segundo acto que, pese a la magnitud del éxito de Radiohead, de próximo paso por el país, está a punto con superar el primero. “Supongo que me siento más seguro de que las cosas que tengo en papel sonarán como imaginé. Solía dudar mucho más”, dijo Greenwood.

El artista compuso la música de “El hilo fantasma” mientras estaba de gira con Radiohead por su álbum “A Moon Shaped Pool”. Es un momento ideal para componer, dijo, por la gran cantidad de tiempos muertos y el acceso que se tiene a pianos. A las piezas les pone títulos temporales, como “San Antonio Slide”, según el lugar de la gira donde las compone.

Radiohead llega a sus canciones a través de una constante experimentación y reformulación, pero el trabajo de Greenwood en la música clásica es solitario, en papel, y termina con unos pocos días de grabación con una orquesta. “Y entonces, de pronto, está vivo”, dijo.

Anderson calificó a Greenwood como “un auténtico genio musical y un farsante total a partes iguales”. “La música que creó es profundamente sentida. No sé por qué algunas personas pueden hacerlo y otras no, pero él puede acceder a algo en su interior y hacer que salga con los dedos a sus instrumentos. Es raro. Incluso puede hacer que (la aplicación) Toca Band en su teléfono suene como algo espectacular y conmovedor”.

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