Nora Leonor Carminatti
Edición Impresa | 12 de Marzo de 2018 | 03:30

Solidaria, compañera, siempre bien predispuesta, Nora Carminatti de Alardi marcó una impronta imborrable en los círculos sociales, profesionales y deportivos con los que se vinculó a partir de su labor docente, su actuación como tenista aficionada y su condición de madre de cinco jugadores del club Los Tilos. Su fallecimiento, a los 66 años, provoca pesar entre quienes valoraron su empuje, su capacidad y su calidad humana.
Hija de Leonor Aramburu y el capitán de navío Galdino Carminatti, hermana menor de Marina y mayor de Cristina, Nora Leonor nació el 25 de octubre de 1951 en Puerto Belgrano.
Esa base naval militar situada junto a la ciudad de Punta Alta, a una veintena de kilómetros de Bahía Blanca, proveyó el marco para su infancia y su paso por la escuela primaria. Luego, las obligaciones institucionales de su padre como agregado en la embajada argentina en el Reino Unido, con sede en Londres, la llevaron a tierras británicas, donde inició sus estudios secundarios.
Completó esa etapa de formación en nuestro país, dado que en el año 1967 su familia se mudó a City Bell, lugar en el que se afincó para ya no abandonar en más de medio siglo.
Graduada como maestra jardinera en el Normal 1 “Mary O’Graham” y especializada como profesora de Estética, tuvo cursos a su cargo en el Jardín 911 y en una institución educativa del barrio Savoia.
Casada en 1978 con el abogado José Luis “Tito” Alardi, se radicaron en City Bell, y tuvieron cinco hijos: Martín, Manuel, Juan Ignacio, Santiago y Tomás, quienes con el tiempo se convirtieron en abogados e ingenieros y comparten la pasión por el rugby, que canalizaron siendo parte de los planteles tilenses.
La entidad de Barrio Obrero tuvo en Nora a una de sus más fervorosas seguidoras. Paciente y de buen talante, varias camadas de rugbiers juveniles la consideraron una “segunda mamá”; su casa citibelense fue punto de encuentro y reunión para una incontable cantidad de jóvenes, cualquier día y a toda hora.
Con habilidad natural para la confección de artesanías, se lució creando objetos decorativos con la técnica de vitrofusión. Otro de sus hobbies fue el tenis, y llegó a representar a Gimnasia y Esgrima y Universitario en torneos de categoría senior. Acompañando a José Luis, quien era miembro, fue parte del Club de Leones.
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