Otra mañana entre el festejo estudiantil y el fastidio de los vecinos

Otra vez la Ciudad amaneció en el ruidoso contexto del Último Primer Día, la costumbre de origen platense que ya se está convirtiendo en tradición y contagia, asimismo, a estudiantes secundarios de otras regiones. Con fuertes estruendos, producto de una batería interminable de explosivos, festejaron los alumnos de 6º año de diferentes colegios a partir de las seis y media de la mañana y hasta las ocho, en coincidencia con el horario de entrada a clases. Las detonaciones originaron quejas vecinales en casi todos los barrios donde hay establecimientos de enseñanza media.

En tanto, el Colegio Nacional y el Liceo -ambos dependientes de la UNLP- celebraron un acuerdo de convivencia entre alumnos de los dos establecimientos para garantizar que los festejos “no perjudiquen a otros estudiantes ni a los patrimonios edilicios”.

Las inmediaciones de los colegios secundarios fueron, para los chicos que egresan de los bachilleratos, una fiesta. En medio del ruido y el humo que provocaban los estallidos de petardos y otros materiales de pirotecnia, los adolescentes se presentaron en sus colegios vestidos para la ocasión (por lo general con coloridos uniformes) y bailando al compás de rítmicas batucadas.

Este ritual juvenil, que comenzó el lunes, justamente con el inicio de las clases del último año secundario, se repitió ayer en el Liceo -diagonal 77 entre 4 y 5-; el Colegio Nacional -1 y 49-; el Instituto Manuel Belgrano de City Bell -466 entre 21 y camino Belgrano; el San Miguel Garicoits -11 y 51-; el Manuel Belgrano de La Plata -9 y 38-; La Anunciación -7 entre 513 y 514-; Inmaculada Concepción -en 11 y 46-; San Vicente de Paul -diagonal 80 y 43-; y San Pío X -60 entre 27 y 28-. Se espera que los festejos se extiendan a lo largo de toda la semana debido a que el comienzo de las clases para los bachilleratos varía de acuerdo a las disposiciones de cada centro educativo.

ACUERDO DE CONVIVENCIA

Los delegados de 6° año del Colegio Nacional y del Liceo rubricaron un acuerdo de convivencia para garantizar el festejo del “último primer día” de manera respetuosa y armónica entre los estudiantes de los dos colegios preuniversitarios.

Este encuentro, que contó con la presencia de estudiantes de ambos colegios y con autoridades de las instituciones, se desarrolló en el marco del trabajo que vienen llevando a cabo de forma conjunta desde 2014. En el documento, los alumnos señalan que “debemos asumir el compromiso de garantizar que todas las acciones que puedan llevarse a cabo no perjudiquen ni dañen a otros/as ni al patrimonio edilicio, como así también no interfieran en la prestación de servicios como los de transporte y salud”.

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