Alertan que al curarse de cáncer muchos enferman del corazón

A mitad de un agresivo tratamiento contra el cáncer de mama que incluyó radioterapia y fármacos, Ana D. (46) se enteró el año pasado que la terapia utilizada para controlar sus células cancerosas había terminado enfermando su corazón. Más grave aun: el riesgo cardiovascular que significaba seguir adelante con su tratamiento era tal que los médicos resolvieron suspenderlo. “En resumen -cuenta Ana- de pronto ya no tenía que lidiar sólo con un problema de salud sino con dos”.

A lo largo de los últimos años, las situaciones como la vivida por esta vecina de City Bell se han vuelto cada vez más comunes o, en todo caso, los médicos las detectan más. De ahí que frente al aumento de consultas, un grupo de especialistas del Hospital San Juan de Dios consideró que era hora de abrir un consultorio dedicado a este tipo de efectos adversos de los que, en general, se tiene poca información.

Conformado por cardiólogos y oncólogos, el nuevo Consultorio de Cardio-Oncología del Hospital San Juan de Dios no sólo se ocupará de atender derivaciones de pacientes con cáncer que presentan riesgo cardiovascular, sino de reunir además datos que permitan evitar que las terapias oncológicas tengan un costo para el corazón.

“Está probado que las drogas oncológicas, oncohematológicas y la terapia radiante poseen múltiples efectos adversos sobre la salud cardiovascular. Y lo que estamos viendo es que el uso de algunas de ellas termina causando hipertensión, insuficiencia cardíaca o enfermedad coronaria, incluso en gente joven”, explica Mariano Maydana, responsable del nuevo consultorio del San Juan de Dios.

FUERTE AUMENTO EN LAS CONSULTAS

Como cuentan desde el Hospital, “la idea de generar este espacio surgió hace dos años cuando algunos profesionales de los servicios de Cardiología y Oncología comenzaron a notar un fuerte incremento en las consultas de pacientes con toxicidad cardiaca, derivada de un tratamiento para el cáncer”.

“Nos decidimos a trabajar de manera conjunta entre equipos a partir de observar que estos efectos adversos se volvían muchas veces un obstáculo para continuar con la terapia oncológica, lo que le generaba a los pacientes un profundo desamparo y muchísima ansiedad”, cuenta Maydana, quien atiende el nuevo consultorio junto con sus colegas Diego Echazarreta, (jefe de la Sala de Cardiología), Silvina Vigo (jefa del Servicio de Oncología), Eduardo Carinci (médico de planta de Oncología) y Marcelo Portis (Jefe de Servicio de Cardiología).

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LOS OBJETIVOS

El objetivo del Consultorio de Cardio-oncología es “evaluar cada caso en particular para ver si es posible reducir los efectos adversos de las terapias oncológicas bajando las dosis o instaurando un tratamiento cardiovascular, pero también para determinar si existen contraindicaciones de partida.

“Lo que se busca no es sólo evitar que los tratamientos oncológicos dañen el corazón, si no que los pacientes puedan terminar sus tratamientos oncológicos con el menor riesgo posible y la menor ansiedad”, señala Maydana.

Dado que existen pocos estudios locales que den cuenta de la cardiotoxicidad de los tratamientos oncológicos, los médicos del San Juan de Dios esperan que los datos reunidos en su consultorio durante los próximos años les permitan trazar un mapa de esta problemática en nuestro país.