Ortega dio marcha atrás con la reforma previsional, pero ya suman 28 los muertos

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció ayer la revocatoria de una reforma al sistema previsional que desencadenó las violentas protestas que han dejado 28 muertos, destrucción y saqueos en cuatro días.

En un encuentro con empresarios de zonas francas, Ortega dijo que el Instituto Nicaragüense del Seguro Social (INSS) tomó una decisión “revocando la resolución anterior, del 16 de abril pasado, que fue la que sirvió como detonante para que se iniciara toda esta situación” de protestas.

En esa fecha, el organismo de seguridad social reformó el sistema de pensiones para incrementar las contribuciones obreras y patronales con el fin de darle estabilidad financiera al sistema de pensiones, lo que desató el rechazo de pobladores que salieron a las calles a protestar.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) dijo que confirmó con las familias de las víctimas la muerte de 24 personas en las protestas, que estallaron el miércoles.

Las víctimas incluyen estudiantes que iniciaron el movimiento, policías y simpatizantes del gobernante Frente Sandinista- acusados de atacar a los manifestantes- y el periodista Miguel Ángel Gahona quien murió el sábado de un disparo mientras transmitía por Facebook un enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas del orden. Por ahora no se conoce un número oficial de víctimas fatales.

La eliminación de la controvertida reforma no convenció a todos en Nicaragua, donde algunas personas consideraron que es una medida tardía.

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“Eso lo tenía que haber hecho antes para que no pasara lo que pasó. (Ortega) debe tener palabra, no jugar con el pueblo, hay gente que perdió su trabajo por los saqueos de supermercados”, reclamó Yelba Arbizú, pequeña comerciante del barrio Marta Quezada de Managua.

Ortega anunció que conformaría una mesa de diálogo con participación de la Iglesia Católica para discutir las reformas que den estabilidad financiera al sistema de pensiones.

SAQUEOS Y DESABASTECIMIENTO

En medio del clima crispado, los pobladores abarrotaron supermercados y comercios en busca de víveres, y ayer se produjeron nuevas barricadas, piquetes en diversas calles y saqueos en numerosos comercios.

“Estamos luchando contra esta opresión que el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo nos están imponiendo. Nosotros no queremos una guerra”, dijo la estudiante Amalia Montenegro, mientras recogía víveres para apoyar a los manifestantes.

En las estaciones de servicio de la ciudad se veían largas filas de automóviles y motos en busca de combustible, en medio de temores de desabastecimiento.

En las ciudades de León y Masaya hubo “quema de vehículos particulares, saqueos y destrucción de edificios públicos” así como robos en centros comerciales, informó el gobierno.

“PANDILLEROS”

Ortega criticó duramente a los manifestantes y los comparó con los pandilleros que siembran el terror en el norte de Centroamérica. “Esto nos obliga a poner en nuestra agenda el combate a las pandillas. Combatirlas para que no sigan actuando de la forma que actúan, que no se sigan matando entre ellos mismos y que no vayan a asaltar establecimientos”, dijo Ortega en la reunión. Su mensaje generó críticas en medio de la tensión que vive el país.

El papa Francisco se mostró “muy preocupado” por la situación en Nicaragua “Expreso mi cercanía con la oración por este amado país y me uno a los obispos para pedir que cese toda violencia”, dijo Francisco en la plaza de San Pedro del Vaticano el domingo.

Igualmente, la Unión Europea (UE) calificó como “inaceptable” la violencia y cuestionó los ataques a la libertad de expresión y prensa, con el bloqueo de medios de comunicación y la agresión de periodistas.

En tanto, el departamento de Estado norteamericano lamentó en un comunicado la pérdida de vidas en Nicaragua y pidió a las autoridades juzgar a los responsables (AP, EFE y AFP).