La participación independiente

Hace dos años que, de una u otra manera, Mil Botellas está en la Feria Internacional del Libro. Siempre en stands compartidos con otras editoriales. La presencia de Mil Botellas, como la de tantos otros sellos independientes, resuelve un debate que se dio entre las editoriales medianas o chicas. Estar o no en la Feria Internacional. Formar parte o resistir. Y la mayoría de las editoriales independientes fue ocupando un lugar en la Feria, resolviendo el debate por meterse de a poco y participar.

Mil Botellas vuelve a la Feria, esta vez, compartiendo un espacio con editoriales de la Ciudad. Y siempre con la misma intención, ofrecer el catálogo a nuevos lectores, aprovechando la numerosa circulación de personas de diferentes ciudades, provincias y países. En este caso, el catálogo presenta dos novedades que de alguna manera, prometen un nuevo derrotero de la editorial. Una de las novedades es la inauguración de la colección “Varietales”, con “Un escritor de frontera”, una serie de ensayos, crónicas, relatos del escritor jujeño Héctor Tizón, un clásico de la literatura nacional. Y a la vez, presenta la primera traducción del sello, con una antología de la escritora inglesa Katherine Mansfield, “Matrimonio a la mode” y otros cuentos. La feria es otro espacio para ofrecer un trabajo que cumplió diez años y que forma parte de un colectivo que ya no es moda ni una circunstancia coyuntural: las llamadas editoriales independientes.