El piloto que salvó su vida tras caminar 7 Km para pedir ayuda

La caída de la avioneta en Chubut que se cobró la vida de dos mujeres -es el tercer vehículo de estas características caído en poco menos de un mes- además de su saldo luctuoso dejó tras de sí un acto casi milagroso. El de su piloto, quien logró salvar su vida -se encuentra internado en grave estado- quien con importantes quemaduras en su cuerpo logró caminar 7 kilómetros orientado por uno de los cascos de la Estancia La Adela, ubicada en Península Valdés, hasta encontrar a dos pescadores y pedir ayuda.

Se trata de Lenard Ibáñez, de 26 años, quien piloteaba la nave, quien viajaba junto a las dos mujeres que fallecieron -Gabriela López y Silvia Edith Costa, quienes perecieron calcinadas al no poder salir del habitáculo- y el tripulante Ricardo Artíles, de 55 años, quien se encuentra internado en grave estado.

El accidente aéreo se produjo cerca de las 18 del domingo a 11 kilómetros de Puerto Pirámides, sobre Penínsulas Valdés, en proximidades de la estancia La Adela.

“Fue justamente gente de ese establecimiento ganadero quien asistió a las víctimas y llevó a las dos personas que fueron rescatadas con vida, quienes de inmediato fueron subidos a una ambulancia y trasladados hasta Puerto Madryn”, explicó Pedro Entraigas, el jefe de la comisaría de Pirámides.

El avión había partido del aeropuerto de Trelew, descendió en el de Puerto Madryn, donde subieron las dos mujeres, y de allí tomó vuelo hacia la costa norte del Golfo Nuevo, donde se precipitó tras incendiarse el motor y parte del fuselaje.

La situación obligó a una maniobra desesperada y el aterrizaje de emergencia en una zona costera con el saldo de las dos mujeres fallecidas.

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Una alternativa que no sólo salva vidas

El tercer tripulante y el piloto de la nave -Ibañez, quien pudo dar aviso tras caminar los 7 kilómetros- lograron salvar sus vidas, y ayer ambos estaban con muchas quemaduras, internados en salas de cuidados intensivos, uno en un sanatorio privado y el restante en el hospital de Puerto Madryn.

“Apenas pude hablar con el piloto, que estaba muy quemado, y me dicen que el otro estaba peor, pero no lo pude ver”, describió el subcomisario Entraigas.

La información preliminar de la causa indica que el avión tipo Piper monomotor que había partido desde el aeroclub Trelew se precipitó a unos 114 kilómetros del lugar de despegue, y ayer el juez federal en lo penal de Rawson, Gustavo Lleral, se constituyó en el lugar donde se precipitó el avión PA-28 Warrior matrícula LV-FKO a fin de realizar una inspección ocular como parte del procedimiento investigativo.

El subcomisario Entraigas había aclarado tras el accidente que “nosotros no tenemos competencia porque de inmediato tomó intervención personal técnico de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y nuestra tarea fue más bien de campo, es decir asistir a los heridos y darles cobertura”.