Despotrica entre clásicos: Alfredo Casero habla “de lo que no se puede hablar” con música de Rossini, Mozart y Händel

Agradecido a la vida por haber podido volver a subirse a un escenario, algo de lo que dudó tras ver cómo su cuerpo reaccionaba negativamente al bypass gástrico al que se sometió el año pasado y por el que debió estar mucho tiempo bajo estrictos cuidados médicos, Alfredo Casero no quiere desaprovechar esta nueva oportunidad haciendo cosas que no tiene ganas de hacer.

Y cantar, precisamente, era algo que estaba extrañando mucho, por eso la música será una de las patas principales del show con el que este viernes volverá a la Ciudad. La otra será, claro, rebelarse desde el humor contra “lo que no se puede hablar” por estos días, porque su misión en esta vida, según consideró en diálogo con EL DÍA, es “hacer reír” más que cualquier otra cosa.

“Entre tantos tubos y caños que me metían por todos lados, se me quedaron adentro muchas cosas que tenía ganas de hacer y una de ellas es cantar”, aseguró el comediante, a quien el pensamiento “cagué, no voy a cantar más” le amargó varias tardes de hospital en las que, sin embargo, dio batalla al aburrimiento arremetiendo vía Twitter, arma preferida para él si las hay, consciente de la importancia de las redes sociales en la actualidad.

El repertorio con el que el músico llegará, y que estará compuesto arbitrariamente por canciones que dijo amar, se destacan “Largo al Factotum” -popular pieza perteneciente a la ópera “El Barbero de Sevilla”, de Gioachino Rossini-; “Madamina, il catalogo è questo” - aria para bajo de la ópera “Don Giovanni” de Wolfgang Amadeus Mozart-; “Sé que me muero” -del compositor, instrumentista y bailarín italiano Jean Baptiste Lully (1632 – 1687), uno de los máximos exponentes de la música barroca-; y “Lascia Ch´io Pianga” -aria para soprano compuesta por Georg Friedrich Händel-. También interpretará “Amores Locos”, de su autoría, con música suya y de Javier Malosetti -con quien compartió la banda Halibour Fiberglass Sereneiders-, “que habla de los amores locos que te encandilan como a una liebre para matarla”.

No será, sin embargo, un formato típico de recital lo que el autor del inolvidable hit “Pizza conmigo” presente en La Nonna desde las 21. Junto a Diego Rivas, Javier Bachetta y su hija Minerva (“Simona”), el músico irá explicando, a través de sketches, monólogos y videos, de qué están hablando esas composiciones y en qué contextos fueron hechas; muchas de ellas, incluso, le servirán para hilvanar paralelismos con la actualidad, presentando algunas “canciones que los malditos patriarcas escribieron y musicalizaron para la mujer, fuente absoluta de belleza e inspiración eterna para los hombres que, pequeños, venimos de ellas”.

Polémico por naturaleza, anticipó Casero que su show “no tiene nada de político”, una disciplina que le parece “una bajeza, una berretada” . Y ahondó: “No tiene nada de jodido, es un show que me hace primeramente bien a mí, porque yo no sabía si iba a volver a hacer shows. Será una hora cuarenta, que se puede estirar a dos, de sólo reírnos, porque a mí me gusta hacer reír”.

LE PUEDE INTERESAR

Desgarrador: “Tengo una vida destrozada”, dijo Juan Cruz Sanz

LE PUEDE INTERESAR

No corre, vuela: Laurita reemplazará a Pampita en el jurado de “Bailando”

“¿De qué no se puede hablar?”, la pregunta que da nombre a su espectáculo, es lo que intentará desandar a partir de otros cuestionamientos cómo “por qué no se puede hablar, o por qué hay que estar supeditado a lo que es correcto hablar”. Según el humorista, estamos atravesando una época de “sensibilidad extrema” en la que el “ofensómetro” está muy alto, y en la que “tenés que tener cuidado con el asunto femenino”, algo con lo que, insistió en remarcar, “yo nunca tuve problemas” porque “siempre quise a las mujeres”.

A su entender, “hay una cuestión de códigos de la modernidad que son supresores de la libertad y que yo no voy a aceptar nunca”, y de eso hablará en su propuesta, aclarando de todos modos que “nadie será ni más ni menos ofendido que en cualquiera de mis espectáculos”, con los que viene girando desde hace 27 años.

“Trabajaré sin descanso para la absoluta libertad, y para la inteligencia de los no hipersensibles”, destacó el artista cuya última participación en cine fue en “El fútbol o yo”, de Marcos Carnevale.

Consultado en relación a las críticas que representantes de diferentes movimientos feministas le suelen hacer por sus declaraciones, aseguró que él no es un enemigo de las mujeres, a quienes siempre respetó: “Yo hice ‘Cha cha cha’ y jamás se maltrató a una mujer. Me parece una berretada mostrar una mina en bolas o rebajarla. Me parece que mucha gente se equivocó con eso, y a mí me molestó eso toda la vida”.

Quien causara furor en Japón gracias a la música -algo que consiguió gracias al éxito de su interpretación de “Shimauta”, que logró integrar el disco del Mundial en 2002- dijo que “mi amor de toda la vida fue mi madre, por eso también soy un tipo con una visión bastante femenina de la cosa. Me molesta la mujer masculina pero es relativo porque ¿hasta dónde me molesta? Si lo que más me gustaría en la vida sería vivir en un matriarcado que me adoren, me cuiden y me protejan”.

El humorista no ve mal los reclamos de igualdad del feminismo aunque critica la “exaltación” que, entiende, “viene de afuera y hay que seguir la corriente”. En la misma línea, consideró: “La violencia no me gusta. Es una nueva forma de izquierda donde tiene que haber una separación de las aguas. Tiene que haber una brecha, los hombres allá, las mujeres acá. Y yo siempre voy a estar donde están las mujeres, si me echan, que me echan. Los hombres me aburren”.

Ganador del Martín Fierro por su actuación en “Locas de amor” en 2004 por su papel de Roque Rizzuti, dijo que “esta porquería de antinomia va a pasar” y cuestionó que “le dan mucha importancia a lo que una persona dice”. Por eso, remarcó, él propone la “pacificación” desde el humor.

Mientras hace teatro en familia, con amigos y hasta con Srita. Kinky, su perrita, Casero amasa proyectos para volver a la pantalla chica de la mano de Pol-ka y de Fox, ambos junto a Adrián Suar, con quien hizo éxitos como “Sin códigos”, “Vulnerables”, “Culpables”, “Farsantes” y “Guapas”, y no se le “caen los anillos” a la hora de agradecerle al productor, confesando que “si no hubiera sido por él no hubiera seguido trabajando en la televisión” tras “Cha cha cha”.

“Los otros canales me tienen miedo porque no me conocen y se quedan con mi apariencia impredecible, temerosos de mí, porque soy comediante, y tengo mi estilo”, concluyó.

Las entradas para “¿De qué no se puede hablar?” se encuentran a la venta tanto en las boleterías del teatro y en la web http://sequeiratickets.com.ar