Silberstein y Aguirre, dupla jazzera en la Ciudad
Edición Impresa | 5 de Abril de 2018 | 04:38

El virtuoso guitarrista Yotam Silberstein, nacido en Israel pero radicado desde hace varios años en Nueva York, afianzará su relación musical con el pianista local Carlos “Negro” Aguirre, con una serie de conciertos que tras iniciarse ayer en capital, continuará esta noche, desde las 21, en la Sala 420, 42 entre 6 y 7, de nuestra ciudad, en lo que marcará una nueva visita de la dupla por la región.
La serie de recitales del dúo que grabará un disco en conjunto y que seguirá luego con su música por Gualeguaychú, Rafaela y Paraná, resulta un paso más en la relación amistosa y musical con Aguirre, de cuya labor tuvo noticias en 2014 por intermedio del pianista Andrés Beeuwsaert, de Aca Seca, cuando participó del Festival de Jazz de Buenos Aires.
A partir de allí, ambos músicos estrecharon lazos, lo que derivó en presentaciones conjuntas el año pasado en Santa Fe, en el Tucumán Jazz Festival y en La Usina del Arte. Pero además, Silbertein grabó una versión de “Milonga gris”, composición del pianista argentino, en su álbum “The Village”, registrado junto a su cuarteto integrado por Aaron Goldberg, Reuben Rogers y Greg Hutchinson.
“UN GRAN DESCUBRIMIENTO”
“Sabía un poco sobre la música argentina antes de conocer a Carlos porque estuve estudiándola por un largo tiempo, y sigo estudiándola, pero, definitivamente, la música de Carlos Aguirre es un gran descubrimiento”, dijo el guitarrista, poco antes de su tercera visita al país.
“Creo que nuestra música, en general, viene del mismo territorio musical. Compartimos un montón a pesar de conocernos desde no hace tanto tiempo, pero tenemos el mismo lenguaje musical, las mismas ideas y decisiones”, acotó Silberstein.
El resultado del particular cruce entre el pianista argentino y este guitarrista, que ha compartido escenarios con artistas de la talla de John Patitucci, Roy Hargrove, Marcus Miller y Paquito D’Rivera, entre otros, es un estilo que mezcla el jazz tradicional con ritmos autóctonos, en particular, el tango y el folclore.
Con virtuosas interpretaciones, las colaboraciones entre Silberstein y Aguirre derivan en un fructífero diálogo musical en donde la riqueza armónica y las polirritmias no sólo no inhiben, sino que incluso alimentan, la belleza melódica.
“Me encanta tocar con piano y guitarra. Creo que es una unión maravillosa. Y en la mayoría de los proyectos que tengo, me gusta mucho que esté el piano. Se necesita encontrar el hombre correcto, pero alguien como Carlos es definitivamente uno de ellos”, explicó Silberstein.
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