Oveja negra: Esmeralda Mitre, una mediática de alta alcurnia

Ha nacido una mediática en el colmado firmamento de la farándula local. Tras contar abiertamente que, después de una década, decidió hacer rancho aparte de Darío Lopérfido, Esmeralda Mitre, actriz y cantante de alta alcurnia, protagonizó encendidas declaraciones que le valieron las ubicaciones más importantes en los portales de chimentos más populares del país.

Proveniente de una familia de renombre, Esmeralda tomó otro perfil días atrás, cuando, sin tapujos, entre declaración y declaración, aseguró que le había sido infiel a su pareja.

“Yo puedo tener relaciones... de hecho las he tenido, estando con Darío, y nadie se enteró, con gente famosísima”, manifestó la rubia, en “Infama”, y se burló de su ex al agregar: “No le digan a nadie porque está en Alemania, no sabe”.

Pero eso no fue todo porque la rubia, a quien hace poco se la vinculó sentimentalmente con el Rifle Varela, se tomó a chiste la conversación, como si no le importara que su ex se entere de su desliz.

“Ventura, no le cuentes”, le pidió al periodista, quien se rió de su picardía. Y agregó: “Además, no le importa, está más allá del bien y del mal”.

No conforme con sus palabras, que para esa altura ya habían hecho eco en Twitter, Esmeralda continuó con su descargo: “Nunca se lo conté, alguna historia habré tenido, nadie muy importante. Siempre ganó él, lo importante es quién gana”.

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Y luego defendió su actitud: “Porque una mujer tiene el derecho a ponerse a prueba. Si no, yo no sería artista. ¿Soy artista libre pero llego a casa, plancho y te hago la comida? O me bancás como soy, y si no te plancho, buscate otra”.

Mitre no pensó, quizás, que en el programa donde estaba confesando sus travesuras habría alguna carmelita descalza. Y la encontró en la menos pensada: Silvina Escudero. La bailarina, que tuvo un explosivo romance con Matías Alé, se horrorizó con las palabras de la cantante y actriz, y hasta se atrevió a cuestionarla. Algo que a Esme, de todos modos, le resbaló, y se lo dejó en claro con un show de caras.

Tras esa comentada nota, la actriz y cantante deambuló por varios programas. Hasta que en uno, sin filtro, dijo todo lo que pensaba sobre la hermana de Vanina, a quien se atrevió a ningunear, dejándola en un terrible offside.

“Yo podría hablar de la vida de los demás, por ejemplo del semen en la cara de Silvina Escudero, o no sé cómo se llama, pero yo no falto el respeto. Si ella quiso ponerse el semen en la cara está todo bien, problema de ella”, expuso la actriz en referencia a aquella foto íntima que se filtró de Escudero, desnuda, sujetándose en alto en pelo, feliz con el fluido que le chorreaba por el rostro.

“A mí no me puede decir Silvina que es artista porque ser artista es una cosa profunda del alma. Ella aprendió a bailar, aprendió a cantar, aprendió a saltar pero no es artista, de artista no tiene nada”, sumó Esme, y siguió: “Si ella me va a dar cátedra de lo que significa ser artista, pierde como en la guerra”.

Como si no hubiera sido suficiente, le dio otro poquito para que guarde: “Primero, que no se compare conmigo que no tengo nada que ver. Yo puedo tener historias con cualquier hombre, pero a mí nunca me vas a ver con semen en la cara. Eso no va a suceder”.

Pero lejos de bajar el copete, y quizás en rebeldía de algún reto familiar por semejantes declaraciones, Esme siguió de rotation por los medios hablando de su intimidad.

En relación a su separación, contó que si Lopérfido la “hubiera intentado retener” ella no podría haberlo dejado. Porque dejó en claro que fue ella quien tomó la decisión de distanciarse.

“Yo sentía que él tenía una batalla y que mi vida no se podía unir a la de él. La batalla anterior la hicimos juntos, que fuera director del Colón, que era su máximo sueño, ser tercera vez ministro de cultura, lo logramos juntos. Él tenía que ser reivindicado, porque él construyó la cultura de esta ciudad”, dijo, magnificando a Lopérfido, a quien puso en un altar: “Admiro tanto a este hombre que no sé de dónde me venían esas ganas. Él me ayudó mucho en mi trabajo”.

Y siguió elogiando a su ex, quien, según aseguró, la ayudó a escaparse de las estructuras familiares: “Yo le dije que no iba a repetir la historia de mis padres. Yo me voy a separar como reyes. Lo único que no va a haber acá va a ser agresión. Vos me salvaste la vida, vos considerarás si yo te la salvé. Pero con una persona que me salvó la vida, que me sacó de los mandatos, que intensificó todo lo que soy, no pensaba ser desagradecida”.

“Antes, cuando era chica, me dolía. Me han juzgado y me han prejuzgado mucho. Pero, realmente, ya no me importa más. He pateado el tablero. He llegado muy lejos. Hemos llegado muy lejos juntos con Darío (por Lopérfido). Hemos vivido situaciones muy difíciles por envidia, aunque no me gusta utilizar la palabra envidia. El poder, entre comillas, porque para mí el poder es interno y no externo, genera mucha envidia. Para mí, el dinero no tiene nada que ver con el poder. De hecho, Darío tiene medio departamento conmigo que todavía no terminó de pagar”, contó, sorprendiendo a más de uno.

Y cerró, contando sus pesares: “Yo sufrí mucho por gente que me ha usurpado, me ha utilizado. Darío siempre me decía si no me daba cuenta de que me estaban usando. Después me di cuenta que todo lo que él decía que me estaban utilizando tenía razón y fueron piñas para el alma. Me han ayudado mucho porque hoy en día, realmente, no me importa nada de nada. O sea, ya no entra casi más nadie en mi vida, excepto que le vea una mirada bondadosa. Les agradezco que me hayan hecho tanto mal para hoy estar tan bien”.