Mirtha Legrand: después de la tormenta

La diva regresó a la televisión luego del escándalo desatado la semana pasada en su mesa. Realizó un sentido descargo y siguió adelante, aunque las críticas continúan, incluso de la propia Natacha Jaitt...

Edición Impresa

Fue una semana de alto voltaje para Mirtha Legrand: realeza de la televisión argentina y acostumbrado a recibir honores allí donde va, la diva de 91 años tuvo que soportar esta semana críticas desde todos los medios luego de que llevara a Natacha Jaitt a su mesa y la mediática disparara contra varios periodistas, a quienes relacionó con la red de prostitución de menores del mundo del fútbol, aunque sin demasiadas pruebas o rigor, y aparentemente asesorada por una ex agente de inteligencia.

La decisión de la producción de llevar a Natacha a la mesa fue motivada por el rating que podían generar las bombas de la morocha, como adelantaba el propio productor y nieto de Mirtha, Nacho Viale, antes del show, prometiendo en Twitter una mesa fogosa: sus deseos fueron órdenes, aunque siempre hay que tener cuidado con lo que se desea, porque la búsqueda de audiencia derivó en un escándalo de proporciones que terminó manchando la reputación de La Chiqui.

Por eso, la diva no sólo se enojó con su producción (trascendió, incluso, que ella no quería a Jaitt en la mesa) sino que además pasó una semana recluida, sin realizar sus habituales salidas teatrales, con picos de presión y el sueño entrecortado por el recuerdo de todo lo que se decía de ella durante el día (pero, fiel a su naturaleza, Mirtha no se privó de leer nada de lo que escribieron los medios: y no es rencorosa, pero tiene memoria...).

Así, si bien debe haber vivido la llegada del sábado por la noche, su regreso a la pantalla, con gran tensión, también debe haber resultado un alivio pararse frente a las cámaras y, finalmente, poder hacer su descargo.

EL DESCARGO

“Nunca nos hemos prestado a operaciones de ningún tipo, no sé qué es eso. Quiero que me crean, la estoy pasando muy mal, estoy pasando una semana espantosa, me sentí muy mal. He sido criticada con razón”, comenzó Legrand su programa del sábado por la noche, y relató que, efectivamente, ella se había opuesto a invitar a Jaitt a la mesa, pero en medio del fin de semana largo “no encontrábamos gente, y finalmente cayó el nombre de esta persona”.

“Estoy totalmente arrepentida. El programa se me fue de las manos”, siguió Legrand, quien avisó antes de comenzar el descargo que, en aquella ocasión, no iba a presentar “ropa ni bijouterie ni nada” sino que iba a leer un comunicado que había escrito temiendo “ me traicionara la emoción”.

La diva no nombró a Jaitt en todo su discurso, pidió disculpas a las personas mencionadas y confesó que “a la luz de los acontecimientos me he preguntado si no tendría que haberle dicho (a Jaitt) que se retire del programa. Pero eso hubiera desencadenado en un escándalo mayor, sobre todo porque respetamos los derechos de libertad de expresión”. Además, pidió “que toda esta alteración mediática no nos haga perder el foco de la denuncia”.

Visiblemente dolida y casi al borde de las lágrimas, también reconoció que fue uno de los momentos más duros de toda su carrera: “Nunca pasé un momento tan desconcertante. Tan incómodo. Me miraba después en la repetición y no me reconocía. Las personas que fueron mencionadas, algunas son muy amigas... Pido disculpas a la gente de América TV. Esto no puede volver a ocurrir. No se puede utilizar la televisión para esto”, lanzó, ya sin papel en la mano.

“La televisión argentina está muy salvaje. ‘Por un punto de rating se mata a la madre’ , dije alguna vez hace mucho tiempo en Canal 7. Y yo caí en eso. Siento que les hice daño a muchas personas. Espero que crean mis palabras. Siempre he ejercido mi profesión con entusiasmo. No hablaré más del tema. Cometimos un error y somos conscientes de esto. Esta soy yo: la Chiqui Legrand, con sus defectos y sus virtudes. Muchas gracias”, cerró La Chiqui.

En este clima tenso, la mesa del sábado se encargó de contenerla. “Yo vengo acá a reivindicarla”, dijo Elisa Carrió, quien afirmó que “el honor no se mancha después de tantos años por una mesa equivocada, no cambia nada. Quiero que todo el mundo sepa que nosotros estamos acá en apoyo expreso y para decirle que el pueblo de la Nación la admira y la quiere”.

La respuesta de Natacha

Mientras tanto, claro, Natacha tuiteaba. Y, fiel a su costumbre, tuiteaba bien picante. “Tan arrepentida no estaba la señora Mirtha Legrand cuando fui a su cena ni mucho menos angustiada, ya que al final del programa incluso con todos presentes ahí, me pregunto muy divertida: ‘Y, Natacha... ¿era buen amante Latorre?”, escribió la morocha, y aseguró que una productora del programa “me volvió loca durante días para q no falte a #LaNocheDeML. De forma desesperada, e incluso (pidió) que tuiteara 5 días antes que yo iba a estar ahí, y me negué para esperar a su promo primero, no se coman el verso”.

“Nunca cobré, no negocié nada, me invitaron por lo que sabía de pedofilia y fui”, le respondió a un usuario, mientras, en paralelo, se peleaba con Morena Rial, hija del periodista a quien acusó de “alquilarle” novios futbolistas a More. Cuando la joven respondió con elevado tono (la llamó “falopera hija de p...” y “gato viejo y usado”), Jaitt se frotó las manos y disparó desde el púlpito “los hijos son el ejemplo de los padres, no las palabras, así que listo está todo dicho”, antes de, inevitablemente, caer en la pelea y disparar con ironía: “Pobre piba… le está destrozando elegir con quien enamorarse así sea un gordo vendedor de panchos, pobre piba. Pagándole jugadores de inferiores de fútbol para mostrar en revistas. Pobre. De verdad me parte el alma lo que esa chica va a sufrir”.

Y en el medio, reflexica, dijo sobre el escándalo de Mirtha: “Tenemos la televisión que nos merecemos por alimentarla, dejemos de verla. Miren series, películas, documentales, escuchen radio, salgan de la porquería manipuladora”.

El día después

El domingo fue más tranquilo para la diva. Ya con el descargo realizado, fue huésped de una mesa mucho más relajada, y también mucho menos política y tensa, que contó con Agustín Sullivan, Tini Stoessel y Roberto Moldavsky, entre otros.

Aunque, claro, la diva tuvo que seguir soportando los destrozos que había dejado la tormenta escandalosa. Horas después de su programa del sábado, Enrique Pinti, uno de los nombrados por Jaitt, rompió el silencio y afirmó que “Mirtha nunca me llamó, esperaba un gesto de ella. La verdad es que me asombró para mal, ella es una mujer de mucho carácter que maneja su mesa y le ha parado el carro hasta al Presidente. Habiendo un corte tan largo en el programa podría haber dejado el tema ahí”.

El actor indicó que está “absolutamente atónito” por lo sucedido y sostuvo que “el buen nombre y honor de alguien no puede ser tirado así a los perros. Es una cosa impensada y bastante arbitraria. Una vez que te tiran encima la duda le puede quedar a cualquiera. Tengo 78 años y 61 de trabajo, y tengo una trayectoria impecable. La gente me quiere y me respeta, nunca tuve ningún asomo de un conflicto”.

Y también criticó a la diva Pamela David, quien se sumó al carro y dijo en Radio Nacional que “la televisión argentina se ha enceguecido por el rating. Lo que pasó en el programa de Mirtha fue funcional al delito. Se habla de cualquier estupidez menos de la causa. Lo importante es que se siga investigando. Pero sin una cortina de sarta de boludeces, sino hablarlo en serio”.

Las voces que aprovecharon el “furcio” de Mirtha, parece claro, seguirán, aunque, tras el sentido descargo del sábado y un programa tranquilo el domingo, la diva parece haber superado una de las tormentas más importantes de su carrera.

“Nunca nos hemos prestado a operaciones de ningún tipo. La estoy pasando muy mal. He sido criticada con razón”

Mirtha Legrand

“Tan arrepentida no estaba la señora, al final del programa me pregunto: ‘Y, Natacha... ¿era buen amante Latorre?’”

Natacha Jaitt

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE