La polémica entre Gago, Guillermo y Rapallini, en el centro de la escena

El capitán de Boca, Fernando Gago, apuntó contra el árbitro Fernando Rapallini tras el empate con Huracán por 3 a 3.

Gago acusó el referí de “faltarles el respeto” a los jugadores de Boca, especialmente durante el primer tiempo. Según su versión, el juez respondió con ofensas a sus compañeros ante cada reclamo. “La falta de respeto de un árbitro no la voy a tolerar. Así como ellos a veces nos informan a nosotros, ahora seremos nosotros los que haremos un descargo para que la Superliga o la AFA tomen cartas en el asunto. Siempre nos inculcan dar el ejemplo, pero también los árbitros lo tiene que hacer”, protestó.

“Si no nos escuchan, entonces iré a hablar con los dirigentes por este tema”, avisó Gago, que jugó 68 minutos en un aceptable nivel.

Consultado por este diario, el árbitro platense Fernando Rapallini procuró mantener el perfil bajo y no formuló declaraciones. Sólo dejó una frase: “jamás en mi vida, no sólo en esta ocasión, le falté el respeto a un jugador”.

TAMBIÉN HUBO UN PARTIDO

Boca despejó las sospechas al conseguir, con suplentes y juveniles, un empate 3 a 3 en su visita a Huracán, que ahora dependerá de otros resultados en la última fecha para clasificarse a la Libertadores 2019.

El “Globo” se preparó para una fiesta y a los 5 minutos celebró la apertura del marcador a cargo de Pussetto, tras un pase de Montenegro, quien le puso fin a una carrera de 21 años.

La victoria parcial era cómoda, hasta que el partido hizo un inesperado giro a la media hora y Boca encontró enormes facilidades para revertirlo en los últimos 15 minutos de la parte inicial con tantos de Mas, Bou y Benítez.

Sin embargo, en la segunda parte, Huracán recuperó su fisonomía y llegó a la definitiva igualdad con tantos de Mendoza (18m.) y Chávez (27m.) en un partido alocado y cambiante, que se desarrolló sobre un pésimo campo de juego.

Huracán salvó su invicto de doce partidos en el torneo pero quedó a expensas de terceros para lograr el objetivo de volver a la Libertadores. Si dos de sus tres rivales (Independiente, Talleres o Racing) consiguiesen una victoria, entonces el equipo de Alfaro se quedará con el consuelo de la Sudamericana.

Boca no hizo mucho para desmentir a quienes desconfiaban de su prestación en Parque Patricios, donde llegó sin objetivos deportivos y con un equipo alternativo.

Es que en su primera avance, Huracán llegó al gol en una jugada que tuvo una muy floja respuesta de la defensa y el arquero Sara. Pussetto combinó con el “Rolfi”, enganchó en el área y mandó la pelota a la red con un zurdazo.

A los dirigidos por Barros Schelotto les costó hacer pie sobre el barro, especialmente a Gago, que volvió oficialmente a jugar después de la lesión ligamentaria que sufrió con el seleccionado argentino.

“Pintita” tuvo libertades para manejar la pelota en el medio pero lo hizo de manera lenta, sin conectar productivamente con mediocampistas ofensivos y delanteros. También las tuvo Montenegro en el arranque de un partido que parecía accesible para el local. Todo cambió con el empate de Mas, que ajustició de cabeza a Díaz tras un córner lanzado por Reynoso. Dos minutos más tarde, Bou facturó dentro del área ante una defensa paralizada y antes del descanso, Benítez aprovechó otro gran centro de “Bebelo” para estirar. Huracán quedó muy confundido después del 1-1 y pudo quedar en una desventaja mayor si Boca hubiera acertado alguna de las contras que dispuso en los primeros minutos de la parte final.

Alfaro acertó con el ingreso de Chávez, que estuvo certero dentro del área. Un disparo suyo, que rebotó Sara, encontró a Mendoza -adelantado- para descontar y provocar la reacción del “Globo”.

Boca fue nuevamente el equipo light del inicio y Huracán llegó al empate con un cabezazo de Chávez, después de una pelota que Pussetto peleó y ganó ante tres rivales.

Los minutos finales fueron emotivos y el resultado mantuvo el suspenso hasta el instante final. Ambos tuvieron posibilidades de ganarlo, pero prevaleció la igualdad.