Carlos Alberto Bondavalli

A los 76 años falleció el ingeniero Carlos Alberto Bondavalli, quien tuvo una extensa trayectoria como docente. Su partida provocó numerosas muestras de pesar entre quienes lo conocieron y respetaron por su compromiso profesional y por su don de gentes.

Había nacido en La Plata, el 5 de noviembre de 1941; fue el segundo hijo del matrimonio conformado por Carlos Bondavalli y Carmen Mannarino y creció junto a sus hermanos Néstor y Beba.

Completó sus estudios secundarios en el Colegio Albert Thomas y, a raíz de sus calificaciones y aplicación, integró el cuadro de honor.

Luego ingresó a la Universidad Tecnológica de la que egresó como ingeniero mecánico. La excelencia de su formación también le valió el reconocimiento de sus profesores.

Carlos tenía además una marcada vocación docente y por esa razón decidió capacitarse para dar clases en establecimientos educativos, como por ejemplo la Escuela N° 12 de Gonnet, en la que hasta marzo último se desempeñó como profesor de matemática y física.

Como ingeniero desarrolló una prolongada actividad en centrales de energía dependientes de D.E.B.A - Dirección de Energía de la Provincia de Buenos Aires -. En esa empresa ocupó diferentes cargos que lo llevaron a viajar por toda la Provincia hasta el momento que decidió jubilarse.

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Una buena idea que se quedó a medio camino

En 1975 se casó con Hilda Susana Saavedra con quien se estableció en Gonnet y formó una sólida familia.

De la unión nacieron sus hijos Marcelo Alberto y María Rosa - médica cardióloga -. Con los años tuvo la satisfacción de convertirse en abuelo de Azul, Muriel, Brianna, Trinidad y Mateo; los pequeños lo colmaron de amor y él se entregó por completo a ellos, al igual que antes lo hizo con sus hijos.

Carlos fue un hombre abocado a su familia que consagró cada uno de sus días a lograr el bienestar de los suyos.

De perfil muy hogareño, le gustaba dedicarse al arreglo de su casa y siempre encontraba algo para hacer, desde empapelar y pintar paredes hasta cuidar el jardín. Según contaron sus allegados, todo lo hizo de manera meticulosa.

En el tiempo que le dejaban sus actividades profesionales también le gustaba viajar y, durante muchos años, eligió diferentes destinos de la Costa para veranear; recorrió junto a su esposa ciudades como Mar del Plata, Villa Gesell y Pinamar.