Vivencias de cambios en City Bell
Edición Impresa | 4 de Mayo de 2018 | 05:47

Por CÉSAR COCCOZ
Vecino de City Bell
Domingo de Pascua por la mañana, timbre, una señora en el portón de ingreso, yo saliendo del aseo matinal, sólo con medias y pantuflas, detrás de la cortina de la ventana del balcón del dormitorio en planta alta. La atiendo en esa precariedad. Me indica que quería hablar de la obra frente a casa, la destrucción de un glorioso chalet, de muy buen dibujo, diseñado para un constructor por uno de los mejores estudios de la Ciudad hace más de cuarenta años, convirtiéndose en locales y oficina. Le pido me espere, me cubro lo mejor y rápido posible, tomo papel y lápiz y la atiendo en la vereda. Me dice que hace siete años se mudó desde Roca, Río Negro, a Villa Elisa y luego a City Bell por una hija que vive aquí y le gustó el lugar. Me dice que City Bell está cambiando. Como a todos, le explico lo que sé sobre la obra, de las reuniones vecinales y quedamos en contacto para tratar de retener nuestra forma de vida. Al atardecer, mi vecina Beatriz, me llama para informarme, con ansiedad, que van a demoler en un mes la primera casa de City Bell que habitó con su familia el Presidente de la Sociedad Anónima City Bell para hacer seis viviendas en el terreno. En un llamado con cierta desesperación, le sugirieron en una conversación que me consultara que se podría hacer al respecto, pues la consideran una casa histórica. Desde hace unas semanas nos estamos reuniendo con vecinos de Gonnet, a los que les quieren implantar en la calle Lacroze -disculpe Sra Iris- y diecisiete, un monoblock con subsuelos para 40 cocheras y permiso para construir 24 departamentos “monoambientes” de 100 m2 cada uno.
Luego me encuentro con un político, con quien interactuamos desde mucho tiempo, y le pregunto al respecto: me confirma que había adquirido una unidad funcional, en el monoblock de Cantilo entre 17 y 19. Hablamos sobre los cambios edilicios en la localidad y él concluye que en City Bell los dueños de casas o chalets en terrenos “grandes” de Cantilo y otros sitios no pueden o no podrán pagar los impuestos para mantener esas propiedades. Conclusión, inevitablemente se demolerán y multiplicarán en UFs. Pensé en esto y me pregunto: ¿No estaremos pagando mucho en Impuestos y Tasas en la actualidad? Antes se podían pagar, por lo que algo no funciona. Va de suyo además la deficitaria Infraestructura.
Vamos a insistir ante las Autoridades para que apliquen Indicadores Urbanos a fin de no permitir en la Zona Norte del Partido, monobloques, construcciones de más de dos plantas, alturas definidas, factores de ocupación del suelo, de cantidad de unidades funcionales y otras yerbas, que nos fueron aplicadas, exceptuadas o quitadas, como los nombres de nuestras calles y el dinero de nuestros bolsillos, a título u objetivo desconocido, para retribuirnos con disminución en calidad de vida y reformulación de nuestro verde y querido paisaje. Creo que eso no va a disminuir la construcción y que los empresarios, inversores e inmobiliarios podrán hacer sus negocios en nuestra zona o preferentemente un poco más lejos del Conurbano, en el interior de nuestro querido país, equilibrándolo en mejor forma.
Queridos vecinos, unidos, seguiremos viviendo como deseamos, fabricando nuestra felicidad con la ayuda de nuestros dirigentes.
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