Aquella condena inédita para un adicto a los medios

Emanuel Ioselli se hizo tristemente célebre en 2014, cuando se viralizaron por las redes fotos y videos íntimos de famosas (Coki Ramírez, Fátima Florez, Florencia Peña, Verónica Lozano, entre otras) y un año después fue condenado a 3 años de prisión en suspenso por el delito de amenazas coactivas agravadas en concurso real con el de extorsión en grado de tentativa.

En enero de este año volvió al ruedo, por un tema similar. Confesó haber participado en la negociación entre el portador de un video íntimo de Lucía Celasco, la nieta de Susana Giménez, y un posible comprador.

Acompañado por su abogado, el joven reveló que “hice de nexo o intermediario entre la persona que tenía los videos y el periodista Pablo Silva. Yo no conocía a esta persona, solo por internet. No es un hacker y no tiene que ver con el medio”. Y remató: “No sabía qué iban a hacer con los videos”. Ese tercer involucrado en el caso era Gastón Rubén Favale.