¿Las dietas son cosa de hombres?

Sin un informe científico determinante pero sí con varios relevamientos que acaso lo avalen con rigurosidad estadística, los médicos especialistas en nutrición coinciden en trazar un diagnóstico que se les hace evidente con un simple vistazo: a la hora de planificar una dieta para adelgazar, los hombres lo hacen de manera más constante y fructífera y, contra lo que se puede suponer, prefieren seguir las pautas de un profesional mucho más que las mujeres. ¿Por qué?

Si bien el universo de las dietas estuvo asociado generalmente a las mujeres, de un tiempo a esta parte ese parecería ser el territorio preferido de ellos. “Para los hombres -apunta Liliana Grimberg, coordinadora del área de nutrición del centro terapéutico del doctor Máximo Ravenna-, la estética, la imagen y la presencia son razones secundarias que les motiven a adelgazar, aunque son conscientes que tanto a nivel personal como profesional tener y mostrar un aspecto cuidado es también importante. El sobrepeso y la obesidad han pasado a considerarse signos de dejadez y de descuido personal, actitudes cada vez menos aceptadas por la sociedad. El hombre que hace dieta siente que está recibiendo una educación alimentaria y está adquiriendo a la vez unos buenos hábitos alimentarios”.

Al hacer una dieta, los varones pierden el doble de peso que las mujeres en el mismo tiempo

Mezcla de componentes genéticos, físicos y hasta psicológicos, es bien sabido que ellos bajan de peso más rápido y con mayor facilidad. Una investigación de la Universidad de Ohio, por caso, asegura que los hombres pierden peso más rápido que las mujeres porque ellos producen más enzimas en el tracto digestivo, lo que les ayuda a quemar mayor cantidad de grasa abdominal. Además, esa misma propiedad es la que los favorece a lograr una mayor pérdida de peso cuando hacen actividad física o dietas.

No es el único trabajo que expone la cuestión: hace poco se conoció una investigación publicada en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos que puso a prueba varios regímenes para perder peso con la idea, justamente, de comparar las diferencias entre sexos a la hora de enfrentarse a un plan alimentario. En el estudio se armaron grupos mixtos y se los puso a seguir las mismas dietas. A los dos meses, los hombres habían perdido el doble de kilos que las mujeres y tres veces más grasa corporal. Sin embargo, aclaran los hacedores del trabajo, a los seis meses la tasa de pérdida de peso era igual entre ambos sexos. Esto significa que, si bien es cierto que ellos pierden más peso, también lo es que esto solo se cumple a corto plazo. Es decir que cuando la dieta se alarga el peso que consiguen perder hombres y mujeres se iguala.

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Desde la Sociedad Argentina de Nutrición, en tanto, apuntan que el hombre tiene menor grasa corporal y mayor masa muscular, lo que lleva a que su metabolismo aumente y el gasto calórico sea mayor. De todos modos, los expertos no dejan de mencionar cuestiones relacionadas con el estilo de vida y los factores psicológicos. “El 80% de los que hacen dieta son mujeres -dicen desde esta entidad-. En eso el hombre es diferente: no hace dieta en general, pero cuando la hace se lo toma muy en serio y cumple con todo sin cuestionar. Además, el hombre se mueve más y picotea menos”.

El asesoramiento dietético, se coincide, es un factor fundamental para los hombres que empiezan a hacer dieta cuando ya se encuentran en un estado avanzado de obesidad, mientras que las mujeres entran en el sistema cuando aún están en sobrepeso.

El exceso de peso en ellos se debe por lo general a su falta de organización en las comidas

“El exceso de peso en los hombres se debe en su mayor parte a la falta de organización de las comidas, al tamaño de las porciones y a determinados estilos de vida sedentaria -sostiene Grimberg-. Los hombres que tienen un peso extra, especialmente alrededor de la cintura, tienen un mayor riesgo de diabetes tipo 2, presión arterial alta, enfermedades del corazón y derrame cerebral. También, y aunque a priori parezca lo contrario, el hombre cumple más a la hora de reducir alimentos. Ellos frenan más el consumo de alcohol, carnes rojas, grasas, productos de panadería., fiambres, quesos, pan”.

Tras asegurar que los varones pierden el doble de peso que las mujeres en el mismo tiempo, gracias a que su organismo retiene menos líquidos y a que no se ven afectados por tantos cambios hormonales, la especialista asegura que los pilares básicos para el control del peso “son los mismos para hombres y para mujeres. Una alimentación sana y equilibrada que implica realizar cuatro comidas al día, con porciones medidas, ingesta de líquido, eliminar las harinas refinadas, moderar el consumo de sal, evitar las bebidas alcohólicas, consumir verduras y frutas, lácteos descremados, carnes magras, legumbres, arroz integral y complementada con ejercicio físico”.

Para la experta, la clave siempre está en adaptar la dieta en función de las características de la persona: edad, estado biológico, patologías asociadas. “La persona que quiere adelgazar deberá buscar el asesoramiento de profesionales en nutrición y seguir las pautas indicadas”, resume.