Comerciantes ponen reparos en las mejoras edilicias de la calle 12

Pese a que recientemente se terminaron las obras para remozar la calle 12, no todo lo que se hizo fue bien recibido por comerciantes de esa concurrida arteria de la Ciudad que, de acuerdo a lo que indicaron, aún esperan que se pode para despejar las luminarias, que se corrija la ubicación de las rampas, ya que algunas quedaron en diagonal a la senda peatonal, y que se promueva una mayor limpieza de las veredas.

Alberto Catullo, al frente de la Asociación Amigos de Calle 12, destacó la predisposición del intendente Julio Garro para dialogar con los comerciantes y tener en cuenta sus sugerencias, pero señaló que muchas de las cosas que se hicieron no fueron proyectadas para largo plazo.

“Desde la institución nos molesta que la obra que se hace con plata de todos los ciudadanos sean parches que van a durar poco tiempo; siempre fuimos bien atendidos por el intendente, pero no estamos de acuerdo con la manera en la que se ejecutó el proyecto, hay cuestiones simples que no se hicieron, como por ejemplo despejar las luminarias y eso pese a que nos cansamos de pedirlo”, sostuvo Catullo.

Los comerciantes también destacaron que para que el paseo sea más agradable a las cientos de personas que lo visitan a diario, y en particular los fines de semana, debería optimizarse el sistema de limpieza para ver escombros, cajas apiladas y bolsas con la basura del barrido.

También se propuso que se hidrolaven las veredas.

Con relación a las rampas para discapacitados se indicó que “están mal terminadas” y que su ubicación no tuvo en cuenta el desplazamiento de quienes lo hacen en sillas de ruedas o son disminuidos visuales. Concretamente algunas bajadas se hicieron para tener continuidad con las sendas peatonales y otras quedaron perpendiculares. En este último caso la persona en silla de ruedas se vería obligada a maniobrar en la calle y junto al paso de los vehículos, con el peligro que eso implica.

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Mas riesgoso aún es para las personas ciegas descender por una de esas rampas, cruzar la calle y toparse con un bolardo colocado exactamente en lo que sería el medio de su senda. “Creemos que en muchos calles deben haber fallado las inspecciones porque de lo contrario no se entiende que por ejemplo las rampas que son podotáctiles manden a un no vidente directamente al cruce de calle”, señaló Catullo.

Otra de las cuestiones que los comerciantes no entienden está vinculada a la instalación de los bolardos, esos postes de pequeña altura que se colocaron para impedir el estacionamiento de los autos.

Si bien ese mobiliario urbano constituye una manera de evitar que se invada el espacio de los peatones, los comerciantes coincidieron en que no había razones para reemplazar a los anteriores. “Se pusieron los bolardos dos veces, se taparon los agujeros con parches, se cavaron zanjas para poner los bicicleteros y luego se cubrió todo con un material que no va a durar nada”, dijo con tono crítico el comerciante que no está de acuerdo con que se hagan obras cada cuatro año sobre cosas ya hechas.

Los comerciantes propusieron que se utilicen recursos para hacer proyectos innovadores que resulten atractivos para los visitantes de esta Región y los de otras ciudades que llegan por distintas razones hasta la capital de la Provincia.

En ese contexto, los miembros de Amigos de Calle 12 imaginan, por ejemplo, que se levante un arco o que se diseñen espacios de descanso más sólidos para que no tengan que cambiarse en un par de meses.

“La obra de calle 12 costó casi 2 millones por cuadra y las cosas podrían haberse hecho mejor para bien de todos”

Alberto Catullo,
de Asociación Amigos de Calle 12

“Las cosas no se hacen con la calidad que los platenses se merecen, por ejemplo, los bancos son muy endebles, no se pensó en el desgaste de un lugar tan transitado y nos preocupa que se doblen en dos o tres meses ”, se indicó.

Mientras, se subrayó que la entidad no tiene tendencias políticas y que todas las críticas “solo persiguen” el fin de sumar un cambio positivo a la arteria comercial. Se propuso, en tanto, que se realicen las pequeñas obras que esperan los comerciantes, como por ejemplo las podas.

En la esquina de 12 y 58 hay un poste completamente inclinado y con cables a la vista, algo que preocupa por la inseguridad que presenta la estructura.

Además se propuso que se proyecte un plan para colocar señalética.

“La obra costó casi 20 millones de pesos, unos dos millones por cuadra y nuestra crítica es para defender el dinero público que se gastó, queremos calidad en las obras para que este sea un centro comercial seguro, iluminado y con respeto hacia el transeúnte”, concluyó Catullo.