Desesperada búsqueda de desaparecidos tras los destructivos incendios en Grecia
Edición Impresa | 26 de Julio de 2018 | 02:49

Atenas
Los incendios forestales más mortíferos que se recuerdan en Grecia se han cobrado ya 80 vidas y no se excluye que la cifra alcance el centenar, considerando que aún hay muchas personas dadas por desaparecidas, mientras bomberos y protección civil trabajan sin descanso buscando eventuales víctimas casa por casa, retirando escombros y vehículos calcinados, y brindando asistencia a los sobrevivientes.
El último parte de los bomberos habla de decenas de personas con paradero desconocido. Las autoridades aclararon que algunas personas podrían haber regresado a sus casas sin que sus familiares lo hayan informado.
De los más de 180 heridos, sólo 70 siguen hospitalizados, aunque once de ellos en estado crítico.
La segunda jornada tras los incendios que, en medio de una intensa ola de calor con altísimas temperaturas, arrasaron 15 km2 de una zona a la que muchos atenienses se trasladan durante el verano ha estado colmada de relatos dramáticos, pero también de historias con final feliz.
Entre las que más alarma generaron está el caso de unas gemelas de nueve años que se perdieron en plena eclosión del incendio en la localidad de Mati, a unos 40 km al este de Atenas, donde se registró la totalidad de las víctimas fatales.
Angustiados por su más que probable muerte, los padres respiraron aliviados al reconocerlas en un video difundido en la televisión. Las pequeñas habían sido rescatadas junto a otras personas por un barco de pesca que las trasladó hacia el puerto de Rafina, próximo a Mati.
Por desgracia allí, inexplicablemente, volvieron a desaparecer, lo que desató una ola de preocupación nacional reflejo de la angustia y el dolor que se vive estos días en todo el país.
Todos los medios de comunicación difundieron ayer sus fotos y pidieron la colaboración ciudadana.
Una historia que terminó felizmente fue la de un hombre de 41 años que se lanzó al mar en Mati huyendo de las llamas y se salvó gracias a que aguantó cuatro horas nadando hasta llegar al puerto de Rafina, según relató su padre.
Otros no tuvieron su suerte, ya que murieron ahogados frente a las olas y vientos que llegaron a superar los 100 km/h. En este marco, ayer empezaron las tareas de remoción de escombros y de reparación de las instalaciones eléctricas. Alrededor de 7.500 hogares se quedaron sin luz. La localidad de Mati, la más dañada, no tendrá agua durante 15 días ni corriente eléctrica durante un mes. Según la primera evaluación de las autoridades locales, más de 2.500 viviendas fueron totalmente destruidas, y otras 4.000 sufrieron daños graves.
Pese a que aún se desconocen las causas de los incendios, los expertos ya analizan porqué pudo haber tantas víctimas en una sola población. Según el catedrático de Geología de la Universidad Nacional de Atenas, Efthimios Lekkas, el pueblo de Mati presenta los clásicos errores de planificación urbanística que se producen en muchos lugares en Grecia, donde las viviendas se construyen pegadas unas a otras, casi sin calles que permitan cruzar el pueblo transversalmente.
La catástrofe de Mati recuerda a la vivida en noviembre pasado en Mandra, una población en el oeste de la región capitalina de Ática, donde lluvias torrenciales dejaron más de 20 muertos. En aquella ocasión, el problema también fue urbanístico, ya que todos los torrentes naturales fueron sacrificados en pro de la construcción de viviendas y calles, dejando a la ciudad sin salida natural para las aguas. (EFE, AFP y AP)
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