Marcha a Olivos con advertencia al Presidente
Edición Impresa | 31 de Julio de 2018 | 03:57

“Si hay aborto, no te voto”. El mensaje que llevaron anoche los manifestantes “pro-vida” a la quinta de Olivos no dejó lugar a dudas: fue apuntado hacia el presidente Mauricio Macri, a quien le reclamaron “coherencia y coraje” para mantener su postura en contra de la ley de legalización del aborto y que la vete en caso de que el Congreso la sancione el próximo 8 de agosto.
Según pudo constatar EL DIA en el lugar, frente a la residencia presidencial se reunieron unas 3.000 personas, la mayoría de ellas portando pañuelos celestes o llevando una vela al estilo de misas o procesiones. “Usted es también el Presidente de los niños por nacer. Muchos se sintieron defraudados porque votaron por usted”, afirmó uno de los oradores del acto en alusión a Macri.
Pero las críticas no solamente fueron dirigidas al Presidente, sino en especial al ministro de Salud, Adolfo Rubinstein. “Hay un funcionario suyo que tiene mala memoria o mala intención, porque no respeta el juramento que hacen los médicos al recibirse”, advirtió el orador desde un escenario improvisado en una camioneta. Rubinstein fue al Congreso a apoyar la legalización del aborto.
La protesta se desarrolló durante un par de horas. Comenzó pasadas las siete de la tarde, con unos pocos manifestantes, y alcanzó su pico de convocatoria hacia las 21. “Se siente, se siente, la voz del inocente”, corearon los manifestantes, entre los que hubo religiosos. “Sí a la vida señor Presidente, no al aborto le dice la gente”, repitieron prácticamente durante toda la marcha.
El epicentro de la protesta tuvo lugar frente a la puerta histórica de la quinta de Olivos, sobre la avenida Maipú, una de las principales arterias del partido de Vicente López. Los manifestantes cortaron la mano hacia San Isidro y estuvieron fuertemente custodiados por efectivos de las policías federal y bonaerense, que se apostaron formando un cordón a dos metros uno del otro.
Mientras los organizadores del acto ingresaban al centro de la marcha el bebé gigante, emblema de los pro-vida, los manifestantes conversaban sobre la convocatoria y anticipaban que se reunirán la semana próxima en la zona del Congreso, el día que el Senado debatirá la legalización del aborto en el recinto. “No hay que dejar que ´las verdes´ tomen la calle”, se arengaban.
Alrededor de los manifestantes pasaban los “runners” que habitualmente rodean a la quinta de Olivos, esquivando la protesta como si fuera parte del paisaje habitual. Y los vendedores ambulantes aprovechaban la oportunidad ofreciendo pañuelos celestes a 50 pesos. Desde un altavoz apareció la voz de Macri: “Juro por Dios nuestro señor”, como afirmó en su asunción.
“No es política, no es religión. Son valores acumulados desde el seno de nuestra Nación”, rezaba una bandera colgada sobre las rejas de la quinta, reconvertida en esa parte a un espacio público. Hubo además banderas argentinas y algunos manifestantes se aglutinaron en grupos de oración. “Voto al que me cuide”, afirmaba otro cartel, de los tantos que se vieron anoche en Olivos.
El final del acto frente a la residencia presidencial estuvo a cargo del periodista Mariano Obarrio, quien se quejó del fuerte operativo de seguridad. La desconcentración fue en paz, mientras dejaban velas encendidas en la vereda de la quinta de Olivos.
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