Estrategias, lo que viene y un manager para el olvido

El 29 de diciembre a la madrugada, Nahir Galarza baleó a Fernando en la calle y después se volvió a su casa a dormir. Al día siguiente, la Policía fue a buscarla y en una primera declaración dijo que lo había matado con un disparo por delante y otro por detrás. Luego, en la segunda declaración, aseguró que fue un accidente.

“En mis años de experiencia jamás vi o me enteré de que a una persona se le escaparan dos tiros de manera involuntaria”, dijo en el juicio Javier Azcué, técnico en balística de la Policía de Entre Ríos. El especialista explicó que la pistola 9 milímetros estaba lista para usarse, por lo que alguien tuvo que haber hecho el movimiento para dejar el arma preparada para disparar.

Uno de los que ayudó a instalar la idea del accidente fue Jorge Zonzini, el manager de los famosos que contrataron los padres de Nahir para que los ayudara a limpiar la imagen de su hija, y del que ahora no quieren ni escuchar su nombre.

Es que Zonzini apeló a recursos insólitos, como difundir fotos de la niñez y adolescencia de la acusada, revitalizó su cuenta de Instagram, le creó un perfil en la enciclopedia virtual Wikipedia y viralizó por YouTube el video “Adolescencia que adolece”. Ayer volvió al ruedo, comparando el caso de Galarza con el de Natalia Melmann: “Fallo ejemplificador del Patriarcado, el Machismo y la Misoginia. Fallo express de Cadena Perpetua para Nahir Galarza, mujer de 19 años de edad. Mientras el femicidio de Natalia Melmann lleva 17 largos años aguardando justicia. Solo un simple comentario...”, escribió en Twitter.

La joven quedará detenida en la Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguaychú hasta que la condena quede firme (ahora tiene la posibilidad de apelar el fallo) o que la Cámara de Casación revirtiera el fallo. Se estima que la resolución de la apelación podría demorar hasta un año.

Cuando la condena a prisión perpetua quede firme, se deberá definir su traslado. Para eso hay dos opciones: una granja con régimen penitenciario en Gualeguaychú o la cárcel de mujeres de Paraná.