Francia le puso fin a la ilusión charrúa y está en semifinales

La ilusión de Uruguay de conseguir su tercera Copa del Mundo se terminó ayer en cuartos de final: la joven y vistosa Francia, que en octavos había eliminado a nuestro seleccionado, se impuso 2-0 sin despeinarse y se metió entre los mejores cuatro del torneo. Un cabezazo de Raphael Varane rompió la sólida defensa charrúa en el primer tiempo, mientras que un remate desde lejos de Antoine Griezmann (con clara complicidad del arquero Fernando Muslera) bajó el telón del encuentro en el complemento.

Con un correcto arbitraje del argentino Néstor Pitana, que suma puntos para decir presente en la final, el encuentro se disputó en el estadio de Nizzhy Novgorod y en los primeros minutos el conjunto de Oscar Washington Tabarez se mostró compacto en el fondo, buscando que no lo pase lo mismo que la Albiceleste seis días antes en Kazán, y le cerró los caminos a los francés, que controlaban el ritmo del encuentro pero les costaba ser punzantes. Kylan Mbappé mostraba algunos chispazos pero, antes de llegar al área, chocaba contra algún defensor.

Pero mientras la Celeste mantenía un orden en el fondo, en ataque le costaba mucho generar al menos una insinuación. La baja de Edinson Cavani la sintió y Luis Suárez quedó muy perdido entre los dos centrales, mientras que Christian Stuani (el reemplazante del atacante del PSG lesionado) intentó sorprender por la banda derecha pero lo hizo sin demasiada suerte.

Con el correr de los minutos el dominio galo crecía cada vez más y, a los 39, se reflejó en el marcador gracias a una pelota parada: Griezmann se hizo cargo de un tiro libre tirado hacia el lateral derecho que lanzó con gran precisión al corazón del área, en donde Varane peinó a la carrera para hacer festejar a todo el pueblo francés el 1-0.

El equipo comandado por Didier Deschamps era claramente superior pero, así y todo, Uruguay estuvo a punto de empatar cuando el primer tiempo se moría con una doble chances más que clara: en una pelota parada, Martín Cáceres metió un cabezazo letal abajo al palo y el arquero Hugo Lloris voló para manotearlo afuera con su guante derecho, en una de las grandes atajadas del Mundial. Pero la jugada no terminó ahí, ya que en el rebote Diego Godín le erró al arco a centímetros de este y se terminó lamentando en el suelo. Los charrúas luego no tendrían una situación tan clara para poder marcar durante el partido.

GRIEZMANN, CON LA AYUDA DE MUSLERA, LIQUIDÓ LA HISTORIA

En el segundo tiempo no cambió demasiado del trámite del juego, ya que el seleccionado europeo siguió con el control de la pelota y Uruguay intentaba atacar tímidamente por miedo a quedar mal parado en el fondo, especialmente por la banda derecha en donde se encontraba el veloz Mbappé.

LE PUEDE INTERESAR

Rusia quiere seguir haciendo historia ante Croacia y Suecia busca dar el “gran” golpe

LE PUEDE INTERESAR

Sampaoli más solo que nunca, sigue acorralado por una dirigencia que lo quiere afuera lo antes posible

Francia quiere su segunda Copa del Mundo: la primera la ganó como local en la edición que se disputó en 1998

Pero el Maestro Tabárez sabía que, de esa forma, su equipo se iba a despedir del Mundial, y por eso decidió meter mano: hizo ingresar a Maximiliano Gómez en lugar del descolorido Stuani y al “Cebolla” Rodríguez por Betancur. Pero cuando se disponía a ir en busca del empate, llegó el segundo tanto de Francia y se terminó el encuentro a pesar de que iban apenas 16 minutos: Griezmann sacó un remate sin demasiado peligro desde la puerta del área al medio del arco y Muslera, que estaba mal parado, no la pudo controlar y se le terminó metiendo adentro del arco luego de rebotarle en la manos. Curiosamente fue el mismo arco en donde Wilfredo Caballero, en la fase de grupos, cometió el blooper ante Croacia que le terminó costando el puesto.

Con el 2-0 los dirigidos de Deschamps se distendieron y tiraron algunos lujos, especialmente Mbappé, algo que generó el enojo de los uruguayos. Por esto mismo cerca de los 20 minutos, y tras un taco sin demasiado sentido del francés de 19 años, el Cebolla le tiró un manotazo y se desató un encontronazo entre los jugadores de ambos equipos. Pitana no quise entrar en demasiados problemas y por eso amonestó uno de cada lado.

Los minutos finales estuvieron demás: Francia tocaba y tocaba, ya sin demasiados ánimos de marcar otro gol más, y los uruguayos estaban cada vez más lejos del arco de Lloris. Por eso mismo faltaban quince minutos y las lágrimas ganaban los rostros de todos los charrúas presentes en el Nizzhy Novgorod, un estadio que no terminó dejándole buenos recuerdos a los seleccionados sudamericanos en esta Copa del Mundo.

Se terminó la ilusión mundialista de Uruguay, aunque los hinchas los despidieron con aplausos reconociendo el buen torneo que hicieron. Los galos, que llegaron con un equipo joven pero lleno de estrellas a Rusia, sueñan con levantar por segunda vez en su historia el torneo más preciado del mundo. Pero para lograr coronarse como los mejores del planeta tendrán que vencer antes en semifinales a Bélgica, que ayer le ganó a Brasil y tiene un juego parecido al francés con transiciones rápidas. Será, sin dudas, un partido de alto vuelto en el que se espera muchísima actividad en las dos áreas.

Dicho encuentro está programado para el próximo martes a las 15 (hora argentina) en el moderno y costoso estadio de San Petersburgo. Esa tarde se definirá el primero de los finalistas de la actual Copa del Mundo.