El primer clásico de hockey fue una fiesta para todos

Una jornada espléndida se vivió durante el primer clásico de hockey entre Estudiantes y Gimnasia jugado en el Country Club de City Bell. Un hecho histórico para el deporte de la Ciudad: por primera vez se jugó el clásico platense entre Pinchas y Triperas.

Con un marco de gente increíble, ya que más de dos mil personas pasaron por el club albirrojo durante la larga jornada del domingo que comenzó a las 9 de la mañana con los partidos de las divisiones décima, novena y octava, para concluir pasadas las 18, cuando fue el pitazo final del encuentro entre los dos primeros equipos de los clubes más populares de la Región.

Así, por primera vez en la historia se vieron las caras Estudiantes y Gimnasia en un encuentro oficial, en el marco del Top 10 del Torneo Metropolitano que organiza la Asociación Amateur de Hockey de Buenos Aires.

Un colorido que acompañó a toda la jornada con las banderas, que las jugadoras, familiares y allegados empezaron a colgar desde muy temprano en el alambrado perimetral de la cancha albirroja. Y las mujeres fueron las protagonistas, ya que el clásico femenino las tuvo como protagonistas y también sumó a muchas seguidoras que acompañaron la jornada, que superaron por mucho en número a los varones.

Las mismas jugadoras, a medida que terminaban sus encuentros, se sumaban a las improvisadas hinchadas que se apostaron sobre las tribunas que están al lado de la calle interna de entrada y no pararon de cantar durante todo el día. Gorros, banderas, papelitos, máscaras, caras pintadas, todo valía para dar aliento al equipo de sus amores.

Separados apenas por unos metros de distancia, la convivencia fue pacífica durante toda la jornada, en lo que representó un verdadero ejemplo de rivalidad deportiva y respeto por el otro club.

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Así, el rojo y blanco y el azul y blanco tiñeron una soleada jornada de domingo en City Bell con una de las mejores caras que puede mostrar el deporte: jugando los partidos con las revoluciones a mil pero en total tranquilidad tanto dentro como fuera de la cancha.