Como Dios los trajo al mundo: Lali y Dady, miembros del club de los famosos nudistas, que cada día crece más

¡Cómo se descontroló la mesa de Mirtha Legrand ayer! La diva conversaba de todo un poco cuando mencionó un viaje de Marcela Tinayre, su hija, a una playa donde las mujeres hacían topless, iniciando así una serie de picantísimos comentarios que terminó con varios famosos en su mesa confesando que, de vez en cuando, ellos también practican el nudismo.

Dentro del mundo de la farándula, el de los nudistas es todavía un exclusivo club: seguro, muchos y muchas amagan en sus cuentas de Instagram a despojarse de las ataduras de la ropa y vivir la vida con libertad, sin tapujas y las “cosas” al viento, pero pocos cumplen con esas promesas porque, en realidad, en la mayoría de los casos se trata de juegos de seducción virtual. Además, claro, hay que tener en cuenta que una cosa es ser nudista anónimo y otra es ser famoso, con los fotógrafos mostrando desde distintos ángulos la “libertad”...

Eso es lo que le pasó a Dady Brieva, de hecho: uno de los dos nudistas que se destaparon en la mesa de Mirtha fue atrapado en una playa in fraganti como Dios lo trajo al mundo. Pero no fue él el que abrió el fuego en el almuerzo de La Chiqui cuando la diva relató que los que miraban a las mujeres haciendo en Europa, de manera “desesperada”, eran, lógico, los argentinos, refiriéndose a cómo la desnudez está más naturalizada en el Viejo Continente: fue Lali Espósito quien, a partir de ese comentario, relató su propio encuentro con el nudismo.

La historia ocurrió cuando Lali tenía 17 años y estaba en Barcelona con los Teen Angels (La China Suárez, Peter Lanzani, Nico Riera y Gastón Dalmau): “Yo venía distraída con la China caminando por la rambla y de pronto hago así (gira la cabeza) y un señor de 80 años, de bandana amarilla, borcegos, mochila… ¡y en pelotas! Me acuerdo que me quedé… ¡Ah!”, exclamó, abriendo la boca, Lali en plena mesa dominguera.

“Claro, este es el mundo libre. El tipo andaba ahí, con un poco de calor por los borcegos, pero en bolas. ¡Y me pareció espectacular!”, afirmó Lali, pasándose al bando de los nudistas. Pero, claro, la diva no estaba contenta. “¡Horrible me parece! ¡Espantoso!”, disparó, y Lali, siempre fresca, respondió: “Nooo. Si quiere no mire, pero déjelo ahí, feliz”.

Este era apenas el inicio del debate nudista en la mesa de Mirtha, porque la diva invitó a los Midachi y, claro, no dejaron pasar la oportunidad. “Yo fui a una playa de Miami. Me quise hacer…”, recordó Brieva. “Yo me levanto”, interrumpió Del Sel, quizás sabiendo lo que venía. Dady siguió: “Yo nunca… Un par de negros… ¡Impresionante, Mirtha!”, disparó Dady, con poca claridad pero dejando clarísimo lo que quería decir. El Chino Volpato se sumó, cómplice: “Envidiable”. “Estaban las tres marcas en la arena…”, la siguió Brieva, y Volpato cerró el tremendo ida y vuelta agregando ante el horror de Mirtha: “Un arado”. Todo, en el mediodía de El Trece.

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Pero el debate estaba demasiado caliente para terminar, y entonces le recordaron a Dady que allá a lo lejos y hace tiempo lo fotografiaron en una playa sin ropas. “Me traicionaron y me sacaron una foto en Brasil”, dijo el humorista, pero a pesar del lamento defendió la desnudez. “Es muy linda la sensación, yo sé que está usted están muy lejos”, le tiró a Chiquita, “pero hay que experimentar. El amor y el oceáno, que es la naturaleza y Dios, acariciándote las bolas, que lleva y trae, y el frescor, allá abajo”.

EL CLUB

Mirtha, la cara transformada, puso punto final al debate que había dejado en claro que Lali y Dady son parte del exclusivo club de los nudistas en la farándula. Un club del que hay varios miembros honorarios en las redes, desde Wanda Nara y Jimena Barón a Graciela Alfano y Griselda Siciliani, pero muy pocos miembros declarados: el caso más emblemático es, desde ya, el de Rolando Hanglin, quien llegó a ser fotografiado protagonizando un feliz desnudo frontal en la playa.

También, claro, hay nudistas ocasionales: durante años, importantes modelos argentinas e internacionales viajaban a Punta del Este y visitaban Chihuahua, el balneario naturista de Uruguay por el que desfilaron su figura despojada de tapujos desde Daniela Cardone y Dolores Barreiro a Naomi Campbell, en busca de un bronceado perfecto.

Son los únicos dos kilómetros en una costa uruguaya de 280 kilómetros en los que se puede andar desnudo, aunque el alto perfil del balneario y la presencia de los papparazzis terminó por ahuyentar a muchas celebridades, que hoy eligen las playas más “progres”" de Europa.

Hacia esas mismas playas huyen las celebridades de Hollywood, industria con una larga historia de nudistas, desde Patrick Macnee, protagonista de “Los Vengadores”, que en 1962 se cambiaba de ropa delante de la cámara, quedando en calzoncillos, algo que no le traía ningún prurito ya que, claro, era nudista. “El hombre mejor vestido de la TV y un nudista en la vida real”, lo definían.

Macnee se volvió nudista para redefinir su relación con su cuerpo luego de una infancia problemática, algo que muchos militantes del nudismo abogan hoy. Otro ejemplo de nudista es Alexander Skarsgård, el último Tarzán en la gran pantalla, quien no tiene problemas para quitarse la ropa delante y detrás de la cámara. “Soy de Suecia y allí tenemos otra mentalidad”, dice. También Eva Mendes se declara del club: “Somos cubanos y es una isla calurosa. ¿Por qué no iba a desnudarme?”.

Algunos famosos incluso eligen educar a sus hijos en una relación más natural frente al cuerpo desnudo, por lo que se pasean en bolas por el hogar. Así es la vida, por ejemplo, de Heidi Klum: “Mis hijos ven a sus padres desnudos todo el tiempo”, cuenta la modelo alemana. “En mi familia todos íbamos desnudos por casa cuando era apropiado, no había nada malo en ello”, se suma Alanis Morissette.

Más famosos nudistas del jet-set internacional incluyen a Miranda Kerr (“La gente viene a verme a casa y yo igual llevo puestas solo unas braguitas”), Jack Nicholson (el actor estuvo tres meses encerrado en casa sin ponerse ni una prenda), Halle Berry, quien contó que anda desnuda por su casa incluso si tiene visitas, Christina Aguilera, a quien un ex le inculcó el hábito, y a las estadounidenses Drew Barrymore y Daryl Hannah, que reconocen que les encanta correr desnudas por el campo.

Y las redes, claro, han llevado la relación con el cuerpo desnudo del tradicional pudor a algo cercano al exhibicionismo: a esta corriente totalmente desfachatada se suman personajes como Miley Cyrus, muy de andar desnuda por la vida y por Instagram. Muchas chicas Disney como Miley se exhiben para mostrarse “adultas” y lanzar su carrera hacia nuevos desafíos, aunque en el caso de la díscola cantante y actriz la desnudez ya es un estilo de vida...