Dramático relato de la mujer que fue apuñalada en un asalto en Punta Lara

“En el hospital Cestino (de Ensenada) me dijeron que la saqué barata, porque si la puñalada que me dio en el cuello era un poco más profunda, me hubiera afectado una arteria”, contó Verónica Ríos (39), quien sobre el final de la tarde del lunes sufrió un sangriento asalto en la puerta de su casa en Punta Lara.

Como informó este diario en su edición de ayer, ocurrió en las calles 11 y 140, en una zona lindante con la Selva Marginal de esa localidad ribereña y por el ataque fue detenido el padre de dos de los cinco hermanitos que hace menos de tres meses fueron rescatados en una precaria construcción de ese monte (ver aparte).

Indignados por aquel abandono y una seguidilla de asaltos que terminaron con Verónica Ríos lastimada, los vecinos decidieron quemar la casa del acusado.

“Fue después de que la Policía se lo llevó detenido, cuando ya no estaban su pareja ni los hijos con los que convivían ahí”, aclararon en la zona, remarcando el propósito de que no vuelvan por allí, donde se afincaron “en diciembre pasado”, contaron.

“ME TOMÓ DE ATRÁS Y ME APUÑALÓ”

Con marcas y vendajes en el cuello y los brazos, Verónica contó que el sangriento incidente ocurrió a las 7 de la tarde del lunes, después de que ella bajó de un micro de la Línea 275 y caminó cuatro cuadras para llegar a su casa.

Ya estaba en el frente de su domicilio cuando el asaltante la sorprendió por la espalda: “Me cruzó un brazo por el cuello y hacía fuerza, como queriendo ahorcarme”, recordó la mujer.

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En shock por verse imprevistamente atacada por un sujeto que vive a dos cuadras de su casa, la mujer comenzó a sufrir la peor parte del asalto.

“Me dio seis puntazos en la espalda con un arma plateada que no alcancé a ver y enseguida me apuñaló en el cuello, detrás de la oreja izquierda”, explicó.

Temiendo por su vida, Verónica instintivamente apeló a una reacción de defensa propia: “Le rasguñé la cara, él se la tomó con las manos y yo aproveché para gritar pidiendo ayuda”, recordó. Sus alaridos pusieron en alerta a una vecina.

Para entonces Ríos ya había recibido un importante corte debajo de una axila y se salvó de que el agresor la atacara en el rostro alzando su mano derecha. Ahí sufrió otra cuchillada.

En el hospital de Ensenada le dieron cuatro puntos en la mano y otro por el corte debajo de la axila. También la asistieron por la herida en el cuello.

Mientras tanto, policías del comando de Patrullas de esa localidad y de la comisaría de Punta Lara se desplegaban por la zona en busca del acusado, a quien la víctima identificó por su nombre.

Lo atraparon en el interior de la Selva Marginal. Tiene 24 años y quedó detenido por “tentativa de robo y lesiones”, cargos por los que lo indagó ayer el fiscal Álvaro Garganta.

Más tarde, ya de noche, los vecinos quemaron esa precaria construcción que fue noticia en mayo por circunstancias terribles (ver aparte).

“POR SU CULPA PERDÍ EL TRABAJO”

Al margen del terror, las heridas y los 5.000 pesos que le sacó el ladrón, el episodio le deparó a Verónica otro importante disgusto.

“Por culpa de este tipo me quedé sin trabajo, porque venía cuidando a una abuela de 82 años y sus familiares me dijeron que no fuera más al enterarse de que por un tiempo no podré hacer fuerza” con la mano lastimada, lamentó la mujer. Verónica está desesperada porque necesita trabajar y pidió que aquellos que puedan ofrecerle un empleo la contacten al teléfono (221) 418-0968.