Los portones ganan protagonismo

Si la casa no tiene un cierre adecuado o el garaje está totalmente abierto, llegó la hora de pensar en una opción tanto estética como de seguridad, que renueve la vivienda.

Desde ya que la consideración más importante a la hora de elegir un portón es la seguridad de la residencia, dado que permite controlar el acceso a la misma, tanto de automóviles por la parte del garaje, como de manera peatonal.

Con la gran variedad de estilos y diseños que hay actualmente, es recomendable seguir algunos consejos para tomar una decisión acertada en cuanto a la elección de un portón, que asegure tanto la seguridad de la casa, como el que se integre perfectamente al estilo y estética de la misma, creando una visual agradable y atractiva, aparte de convertirse en un elemento de solidez en la residencia.

TAMAÑO

Para elegir el portón ideal, se debe tener en cuenta el espacio y tamaño que deseamos cubrir, así como el área disponible para hacer la instalación del mismo. Esto es de suma importancia, porque dictaminará varios puntos del proyecto, como el diseño mismo del portón, así como el área a cubrir, prediciendo el uso que se le dará.

También es importante decidir dónde se colocará para ver el sistema de apertura que tendrá el portón, ya sea abatible, con puertas de acordeón o corredizo.

El portón abatible permite que la hoja u hojas con las que cuente al abrir, se abran como una puerta normal, es decir, dibujando una trayectoria de cuarto de círculo o abanico.

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El sistema de acordeón permite que el portón sea dividido en varios paneles, los cuales se pueden replegar unos sobre otros, semejando un acordeón o un biombo, lo cual es ideal para espacios reducidos, tal como la solución corrediza, la cual permite que se empalmen una hoja sobre otra, deslizándose por detrás de la porción fija de la estructura que forma el portón.

ESTILOS

Los portones viene en múltiples y variados estilos, cada uno dando la opción de poderse adaptar al diseño existente de la casa o bien, complementar un proyecto, adecuándose totalmente al estilo por el cual se optó para la ejecución de la composición arquitectónica que tendrá la casa.

Podemos nombrar algunos de los más populares, como el clásico, que es el portón hecho de hierro forjado y puntas de flecha en cada uno de sus elementos verticales.

O tal vez se pueda decidir por un estilo mucho más artístico y contemporáneo, que incluya figuras geométricas como rectángulos o círculos, o uno de tipo rústico, a base de tablones y elementos de madera. El estilo a escoger dependerá del diseño existente de la residencia y obviamente del gusto personal, procurando que el diseño y estilo del portón refleje la personalidad de los dueños de la vivienda.

La funcionalidad del portón es básicamente la de brindar un elemento de seguridad y de control de acceso a la casa, permitiendo que esta quede resguardada de una visita no deseada o del acceso de algún peatón que no tenga el consentimiento de ingresar a la propiedad.

Aparte de brindar mucha seguridad y una barrera que separa a la residencia de la calle, el portón también cumple una función decorativa, que permite realzar la belleza de la casa, por medio de sus diseños, que pueden complementar la composición arquitectónica de la casa, brindando un mayor atractivo visual, así como un elemento de protección extra que permite controlar el acceso a la residencia.

Obviamente el proceso de diseñar, fabricar e instalar un portón, requiere de una inversión considerable, por lo que es de suma importancia tener en cuenta antes de embarcarse en este proyecto, la cantidad de recursos económicos.

Esto con el afán de tener una idea muy clara de la inversión disponible, que ayudará a limitar los alcances del diseño, sin pasarse de dicho presupuesto y buscando las mejores opciones, tanto de materiales, estilo, sistema de apertura y tipo de instalación que garantizarán un resultado óptimo, que satisfaga tanto las necesidades de protección y control de acceso, como formales y estéticos, dándole una nueva cara a la casa.

Los portones ya no sólo vienen en estilos clásicos, como los que podemos encontrar en haciendas o casas de estilo mucho más tradicional. Los diseños se han ido adaptando a las distintas y cambiantes tendencias en arquitectura, para poder complementar la composición visual de las casas, creando un punto focal que cautive la atención de los transeúntes, con un diseño que le de una gran jerarquía e importancia en la fachada de la residencia.