Venezuela lanza un nuevo sistema cambiario con una devaluación de 96% del bolívar
Edición Impresa | 22 de Agosto de 2018 | 02:14

Caracas
Venezuela puso en marcha ayer un nuevo sistema cambiario con una devaluación de 96% del bolívar, en un cuestionado plan de reformas que busca sacar al país petrolero de la debacle económica.
Un día después de la entrada en circulación de nuevos billetes que restaron cinco ceros a la moneda local, el Banco Central publicó una tasa equivalente a 60 bolívares por dólar, formalizando una macrodevaluación adelantada hace unos días por el presidente Nicolás Maduro.
Bajo las viejas denominaciones, la tasa salta de 248.210 a 6.000.000 de bolívares por dólar, como se esperaba cuando Maduro ancló el bolívar a la criptomoneda estatal petro y estableció sus valores.
El mandatario fijó el petro en 3.600 de los nuevos bolívares y lo equiparó a un barril de crudo venezolano, unos 60 dólares; por lo que se infería la cotización ahora formalizada.
Bajo el nuevo esquema, la banca fue autorizada a comprar divisas a particulares, pero no a venderlas, anunciaron los ministros de Comunicación, Jorge Rodríguez, y Economía, Simón Zerpa. Eso fue considerado “un sin sentido” por Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, que consideró que el dólar negro seguirá disparándose, como ha sucedido en los últimos días. El dólar en el mercado paralelo se cotizaba ayer en 90 bolívares, aunque el número de operaciones, según expertos, fue bajo por la expectativa sobre los efectos de las reformas.
Luego de la derogación de una ley que castigaba con multas y cárcel a quienes transaran divisas al margen de un férreo control de cambios vigente desde hace 15 años, el gobierno había aceptado inicialmente estas operaciones sólo a través de casas de cambio “autorizadas”.
La primera subasta del relanzado sistema se esperaba para ayer, pero se retrasó hasta hoy miércoles.
Zerpa aclaró que las pujas sólo serán alimentadas por divisas del sector privado, sin asignaciones del Estado. No habrá límites para ofertar, pero sí para comprar: 400.000 dólares mensuales para empresas y 500 para personas naturales.
El gobierno necesita liquidez, ya que la renta petrolera se desploma, el déficit roza el 20% del PBI y la deuda externa alcanza 150.000 millones de dólares.
Después de días de nerviosismo alrededor de la reconversión monetaria, el país volvía ayer a la normalidad. La mayoría de los comercios abrió. Los caraqueños hicieron largas filas en cajeros automáticos que dispensaban los nuevos billetes, con un límite de 10 bolívares, insuficientes para tomarse un café.
Pocos locales estuvieron cerrados, unos por las dudas frente a los ajustes económicos de Maduro y otros por la huelga de 24 horas que convocaron partidos de la oposición contra esas reformas. Uno de los convocantes al paro, el dirigente opositor Andrés Velásquez, estimó que la huelga “se cumplió en 60%”, sobre todo fuera de Caracas, aunque reconoció que la respuesta no fue la esperada.
En sus reformas, Maduro anunció un aumento del salario mínimo de unos 3.400%, que según la patronal Fedecámaras pone a muchas empresas “en riesgo de quiebra”, en un país donde el sector industrial funciona al 30%. El plan incluye alzas de impuestos aprobadas por la oficialista Asamblea Constituyente (el IVA pasa de 12% a 16%) y del precio de la nafta, la más barata del mundo. Con un dólar oficial pueden comprarse seis millones de litros.
En este marco, un prolongado sismo, de magnitud 7,3 según el Servicio Geológico de EE UU (USGS), sacudió ayer a la tarde a Venezuela causando pánico sin que se reportaran víctimas ni grandes daños. (AFP, AP y EFE)
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